"Alguien disparó y ese alguien no ha salido. Alguien se está escondiendo". Jordi Dalmau, responsable del sindicato de los mandos ha dicho hoy lo que ha sobrevolado durante el juicio de Ester Quintana y durante los 4 años de investigación. Dalmau, del sindicato de mandos de los Mossos, asegura que hay un mosso que se esconde y que es el responsable de la lesión a Ester Quintana.
El mando lo ha explicado esta mañana en Catalunya Ràdio y después se ha ratificado en RAC1 y TV3. Dalmau, responsable del sindicato de mandos, que no se prodigó en los medios de comunicación, ha hablado hoy, tras conocer la sentencia del caso Quintana y admitió que "el caso Quintana quedará cerrado en falso, si se acaba con esta sentencia".
El inspector ha admitido que los Mossos de la furgoneta 414 que mintieron y por ello se les expedientó. Estos antidisturbios, negaron en un primer momento haber estado en el lugar de los hechos y durante el juicio no recordaban nada. Ni siquiera por qué se les había abierto un expediente y por qué se les había retirado de la Brigada Móvil. Según el inspector Jordi Dalmau, lo que hirió Quintana no fue una pelota de goma, porque sino Ester Quintana "se hubiera caído seguro".
La hipótesis interna de los Mossos es que fue un proyectil de foam. Dalmau ha cargado también contra la abogada de Quintana, Laia Serra: "La acusación particular no le interesaba saber tanto qué había pasado sino que hubiera un mosso condenado". El responsable del sindicato de mandos no ha querido hacer declaraciones antes porque estaba abierto el proceso, "lo más prudente era esperar que hubiera una sentencia". Dalmau dice que no han hablado antes porque no se les acusara de querer "interferir en el proceso". Pero aunque acabe saliendo quien realmente disparó, o que Dalmau y los que lo saben lo delataran, ya no hay nada que hacer con respecto al caso Quintana, porque un delito no se puede juzgar dos veces.
La precipitación de Puig
"Se quiso dar mucha información, más de la que podíamos dar y muy deprisa". Así Jordi Dalmau se ha excusado por las diversas versiones que dio la Conselleria de Interior sobre el caso Quintana y sobre los hechos de la noche de los incidentes.
Requería bastante tiempo para poder dar una versión coherente con lo que había pasado: "No fuimos rigurosos, nos equivocamos y se nos giró en contra", dijo.
Felip Puig, en ese momento conseller d'Interior, negó, primero, que fueran los mossos los que provocaran las lesiones, pero también negó que se dispararan proyectiles y aseguró que en la zona había disturbios. Se dieron datos erróneos del número de proyectiles, que las imágenes que fueron saliendo fueron desmintiendo.
Pero hay unas imágenes que no salieron nunca a la luz. Las de la cámara que había en el edificio que enfocaba justo al lugar de los hechos. Según el ex director general de la policía, Manel Prat, algún día saldrán, dijo en una de las intervenciones que hizo los días posteriores a los hechos.
La abogada de los mossos cree que mintieron
Hoy ha sido el responsable del sindicato de los mandos, pero el sábado la misma abogada de los mossos valoró la sentencia y en el Via Lliure de RAC1 dijo abiertamente: "Tengo muy claro que una de estas 21 personas de la unidad es el autor del disparo que provocó las graves lesiones a la señora Ester Quintana". Olga Tubau se refiere a los agentes que iban en las tres furgonetas que se detuvieron en el lugar de los hechos.
Tubau desvió en el juicio la atención en todo momento para provocar la duda de si había sido una pelota de goma o un proyectil de foam. Una estrategia para conseguir la absolución de su cliente que llevaba un arma con la que sólo podía tirar proyectiles de precisión. Tubau tomó el caso en la recta final y fue quien negoció con el Departament d'Interior el cambio de línea. A partir de su entrada en el caso, Interior admite que las lesiones de Quintana se deben a una acción policial, hasta ese momento insistían que habían sido los que provocaban alborotos, y negocia la indemnización con la víctima de 260 mil euros.
Sobre las mentiras en el juicio, mentir en un tribunal es delito. Y nadie durante el mes que duró el proceso lo denunció.
La declaración de la Dragó 414
Los antidisturbios de la Dragó 414 no recuerdan prácticamente nada de los hechos. Los agentes hicieron equilibrios en el juicio para no entrar en contradicciones entre las dos versiones que ellos mismos dieron, y para no señalar como culpables a los compañeros. Un juego de encubrimientos y de no aclarar nada que poco aportó en el juicio, más allá de la falta de rigurosidad con la que se hicieron los informes basados en las explicaciones de los antidisturbios. En lo único que coinciden es que la furgoneta en la que iban los dos acusados estaba en el ángulo de tiro de la zona donde estaba Quintana.
También coincidieron en que todo fue muy rápido, que fue una "intervención fugaz". Ninguno de los antidisturbios vio a alguien disparar ni el qué. Y todos aseguran que ese día sólo se dispararon salvas y proyectiles de foam.
El lanzador de la 414, sin control
En el juicio queda claro que se lanzaron proyectiles sin autorización. Que no se siguieron los protocolos. Hay varios disparos que no se tenían localizados y que fueron apareciendo días más tarde de los hechos. Entre estos está el que se dispara en la Ronda Sant Pere y el de delante de la Apple Store. En el juicio se ratificó. Uno de los responsables de asuntos internos de los Mossos se refirió como "tiro precipitado sin seguir el protocolo".
El lanzador hizo varios disparos sin autorización y se abre la posibilidad de que fuera él quien disparara el disparo que hirió Quintana. Es, sin embargo, un mosso que lleva arma corta y dispara proyectiles de foam, no pelotas de goma. Mirando las imágenes se identifica el policía que disparó estos proyectiles como el lanzador de la furgoneta 414, la que aparcó en primera línea en el cruce del Passeig de Gràcia y Gran Via, justo antes de la lesión de Quintana. Y la misma que llevaba los agentes que mintieron en su primera declaración cuando asuntos internos comenzó a investigar y aseguraron que no bajaron en ningún momento de la furgoneta.
Las imágenes que aparecieron posteriormente lo terminaron desmintiendo y a los antidisturbios de esta unidad les abrieron un expediente. Son los que declararon este martes y no aclararon nada.
El dolor de espalda, la coartada
Dentro de las furgonetas van 7 agentes pero sólo hay dos que disparan: el escopetero y el lanzador. El primero con arma larga y puede disparar salvas y pelotas de goma. El segundo tira proyectiles de foam. Según los agentes de la 414, su escopetero bajó de la furgoneta en el momento de los hechos, pero lo hizo sin el arma porque "le dolía la espalda".
De hecho, aseguran sus compañeros que le dolía la espalda desde la mañana (trabajaban desde las 7 de la mañana y los hechos ocurrieron cerca de las 21h). El escopetero declarará este jueves por la mañana.
Si los escopeteros de la 403 y los de la 414 bajaron sin escopeta, sólo queda el escopetero de la Dragó 40 como sospechoso de disparar. Que de hecho es uno de los acusados que ya admitió durante la instrucción que disparó salvas. Pero ninguno de los mossos que han declarado en el juicio lo vio.
"No lo recuerdo"
La mayoría de los agentes que declararon en el juicio como testigos dijeron que no recordaban algunos de los detalles. Nadie sabe de qué arma salieron los disparos que se oyen en todas las grabaciones. En función de quien declaraba decía que se dispararon 2 o 3, pero sólo están acreditados 2. Con lo que sí coincidieron todos es que el escopetero de la 403 salió de la furgoneta sin arma y por tanto es improbable que fuera el causante del disparo de la herida a Quintana.
Algunos agentes continúan manifestando que en la zona había disturbios, pero eso las imágenes ya lo desmintieron.
Hay preguntas concretas que ninguno de los mossos aclara.
Sobre las detonaciones, de este modo fueron algunos momentos del juicio:
- Oí una detonación.
- ¿Cuántas?
- Ostras ... no lo recuerdo...
Sobre el escopetero imputado:
- ¿Lo vio disparar?
- No lo recuerdo.
Sobre el escopetero de la 414:
- ¿Recuerda ver al escopetero de la 414?
- No.