Después de que Catalunya haya vivido un verano que se está alargando seis meses y donde la temperatura ha estado tres grados por encima de la media, según el Observatorio Fabra, llega un nuevo informe que ratifica las sospechas: el cambio climático provocado por la dependencia de los combustibles fósiles es uno amenaza para la salud global, pero en especial en los países mediterráneos. Catalunya está entre los territorios que el estudio Countdown on Health and Climate Change, elaborado por la revista científica Lancet, señala como los más afectados por el cambio climático, en concreto por|para los efectos de este sobre la salud de su ciudadanía. Los investigadores de Lancet han establecido una clara relación entre el avance del calentamiento global producido por el consumo masivo y desmesurado de combustibles fósiles, con el aumento de muertos|muertes y el empeoramiento de salud por todo el mundo. Hace falta tener claro que el calentamiento global afecta a todos los ecosistemas como un efecto dominó: cuanto más combustibles quemamos, más calor, más transmisión de enfermedades, más sequías, más dificultad para conseguir alimentos, más muertes por contaminación. En resumen, crece la mortalidad por culpa del cambio climático. "La crisis climática nos está matando", ha sentenciado Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, después de la publicación de este estudio.
El aumento de la temperatura es la primera consecuencia que nos viene a la mente cuando se habla de cambio climático. La acción humana ha empujado la temperatura por todo el mundo a cotas más altas nunca registradas. Más de 350.000 personas mueren cada año en el mundo por el calor extremo. Los riesgos de morir por este fenómeno son mayores a los epicentros del calentamiento global. La mediterránea es uno de estos epicentros y, por lo tanto, Catalunya y en el Estado español. España es el Estado europeo con más riesgo de muerte por calor extremo. Catalunya se encuentra entre las regiones a más afectadas, siente Lleida el territorio que corre más peligro. Por toda Europa la situación es solo ligeramente mejor, ya que las muertes por altas temperaturas han aumentado un 95% en 20 años por todo el continente, según el estudio.
El calor extrema lleva consigo diferentes consecuencias que también amenazan la vida de las personas. Una de estas consecuencias es bien familiar en Catalunya y en el Estado español, especialmente este verano: los incendios. Más incendios, mayores y más virulentos, esta está siendo la nueva realidad de los últimos veranos. El informe afirma que el 61% de los países tienen más riesgo de sufrir grandes incendios de lo que hace 20 años. Entre estos países se encuentra España, aunque zonas como el sur del África y el centro de Asia se encuentran más en peligro.
Transmisión de enfermedades y alergias
Los investigadores de Lancet han encontrado que el aumento de las temperaturas ha disparado la transmisión de enfermedades infecciosas y ha aumentado su radio de acción. En la pasada década la malaria se ha transmitido un 32% más en las zonas altas de América y un 15% en el África. Otro ejemplo es el aumento de transmisibilidad del dengue en un 12%. Son solo dos muestras de una tendencia que se extiende por todas las regiones del planeta.
El calor también afecta a los ciclos de las plantas, hecho que altera los periodos en que florecen. Eso provoca un impacto sobre las alergias y empeora la vida y la salud de miles de personas por todo el mundo.
Inseguridad alimentaria y las muertes por contaminación
Las altas temperaturas arrastran consigo secas, las cuales afectan a la actividad agrícola y por extensión a la seguridad alimentaria. Una de las grandes alertas que incluye en su informe Lancet va dirigida a los alimentos. Nos espera un futuro donde el alimento todavía estará asegurado por más personas de lo que lo está ahora. De hecho, esta situación ya se está dando. Según el estudio, las olas de calor del año 2020 se han asociado a 98 millones de personas más que sufren inseguridad alimentaria que anualmente en el periodo entre 1981 y 2010.
Finalmente, entre los efectos del calentamiento global provocado por el consumo de combustibles fósiles hay una amenaza de salud más que evidente: la misma contaminación. Según el estudio, el año 2020 murieron 117.000 personas por todo el mundo por efecto directo de la contaminación atmosférica. A pesar de eso, los investigadores del informe dan un punto de optimismo afirmando que una reducción rápida de la combustión de combustibles fósiles no solo reduciría el calentamiento global, sino que aportaría beneficios inmediatos para la salud, como por ejemplo la prevención de un millón o más de muertes tempranas causadas por la contaminación en los próximos años.