Amnistía Internacional ha exigido "inmediatamente" un puerto seguro para las 121 personas del Open Arms, entre las que recuerda que hay 30 niños y niñas, entre ellos dos bebés, y sufren "un calor sofocante en condiciones de amontonamiento".

María Serrano, representante de la entidad, ha criticado que "a pesar de la creciente preocupación por el bienestar de las personas a bordo del barco, los políticos están incumpliendo vergonzosamente con las obligaciones que les impone el derecho internacional al negar un puerto seguro a personas que podrían sufrir tortura si son devueltas en Libia y que están agotadas y necesitan protección y atenciones". El barco, que navega bajo bandera española, se encuentra a unas 30 millas náuticas de Italia, entre Malta y Lampedusa.

La entidad critica que el pulso que mantienen entre sí las autoridades italianas, maltesas y españolas en el barco de rescate se produjo un día después de que el Parlamento italiano aprobara el decreto 'Sicurezza bis' que permite imponer multas de hasta un millón de euros y retener los barcos de rescate privados que entren en aguas territoriales italianas sin permiso.

Las personas que ahora están a bordo fueron rescatadas en sendas operaciones del 1 y 2 de agosto en aguas internacionales, la primera a 78 millas náuticas de Libia, y la segunda, cerca de la zona maltesa de búsqueda y salvamento.