¿Qué son los bomberos voluntarios? Esta es la pregunta que me hice hace un mes. Como buena hija de la generación Z, abrí san Google y haciendo una búsqueda rápida descubrí que en Catalunya el Cos de Bombers está formado por bomberos funcionarios y bomberos voluntarios, personas que dedican su tiempo a salvar vidas por amor al arte. Eso quiere decir que cuando tienes un accidente o se quema tu tierra nunca sabes quién se esconde tras aquel uniforme: quizás es el carpintero que es tu vecino o quizás la camarera que te ha servido el café de buena mañana.
Sin embargo, ¿por qué son bomberos voluntarios? ¿Por qué vale la pena dedicarle el tiempo? ¿Qué se tiene que hacer para serlo? Como explicarlo no es lo mismo que vivirlo, decidí coger el micrófono e ir a recorrer el país para que me lo explicaran ellos mismos. El resultado de esta aventura es el minidocumental Àngels de vermell: descobrint els bombers voluntaris, que recoge el testimonio de siete bomberos y bomberas voluntarios. Siete personas con valentía y vocación, pero, sobre todo, mucho corazón y estima a su territorio y a su gente, que han decidido hacer de su tiempo nuestro salvavidas.
300 plazas abiertas
Según explican los bomberos voluntarios, las pruebas que se tienen que superar para formar parte del Cos de Bombers requieren esfuerzo y compromiso y hace falta una preparación previa. Ahora mismo, el Departament de Interior ha convocado 300 nuevas plazas de bomberos voluntarios. El plazo para presentarse ya está abierto hasta el día 29 de abril. Los aspirantes tienen que pasar una prueba de conocimientos, una física, una psicológica, una médica y un examen de lengua. Si superan esto, pasan a la última fase antes de ser oficialmente bomberos, la de la formación: un curso de formación en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya y unas prácticas en un parque de bomberos.