Este martes se cumple una semana del inicio del desastre de la DANA en el País Valencià, en medio de un escenario de desolación, de angustia creciente entre las víctimas y demandas de los alcaldes de las localidades afectadas que reclaman una intervención más efectiva por parte de las administraciones superiores, el Govern de la Generalitat y el Gobierno. Los alcaldes de todos los partidos están enviando mensajes SOS siete días después de la tragedia, mientras que a través de las redes sociales llegan los ruegos y lamentos de las víctimas, multiplicando la sensación de caos.
La tarde del martes ya se habían hecho varias alertas por parte de la Aemet, que no se tradujeron, sin embargo, en avisos a la población por parte de la protección civil competente, en este caso la valenciana, a cargo del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP. Mientras la lluvia caía con intensidad, los caudales aumentaban de forma exponencial, se producían las primeras inundaciones de viales. Cuando muchas personas ya se encontraban con dificultades y atrapadas en carreteras y bajos de edificios, recibieron un aviso de alerta de la Generalitat: eran las ocho pasadas y para muchas personas ya era demasiado tarde.
Una semana después del temporal, los municipios afectados, un total de 70, siguen lamentando las dificultades que se encuentran para empezar a solucionar la infinidad de problemas que hay que resolver para restablecer un mínimo la normalidad. Alcaldes de varias localidades, algunas de las más afectadas, siguen enviando mensajes de socorro porque se ven desbordados por la tragedia. Las buenas intenciones de los voluntarios que se han movilizado desde la semana pasada para ayudar a las víctimas, no resultan suficientes para encauzar la situación. Los afectados reclaman la presencia de maquinaria que permita limpiar las calles, llenas de coches, objetos y barro.
Mientras tanto, el gobierno valenciano y el español quedaron embarrancados los primeros días de la tragedia en debates competenciales. La figura de Carlos Mazón es ya cuestionada en el PP, que a escala estatal ha reclamado a Pedro Sánchez la declaración de emergencia nacional. Sánchez no ha accedido a esta petición y este miércoles, sin embargo, ha presentado el paquete de medidas económicas para ayudar a los damnificados por la tragedia.
La presión de los alcaldes
La alcaldesa de Paiporta, María Isabel Albalat, ha pedido este martes, una semana después del temporal mortal, que la autoridad supramunicipal competente asuma las labores de coordinación que se están llevando a cabo en la población para hacer frente a los daños provocados. "Paiporta es un pueblo fuerte, pero eso sobrepasa los límites del asumible para una administración local", ha declarado la alcaldesa de Paiporta.
Por su parte, la localidad de Sedaví, uno de los municipios de València más afectados, ha pedido que las ayudas lleguen "el más rápido posible" porque en este municipio "hay gente que lo ha perdido todo, totalmente," como ha indicado su alcalde, José Cabanes.