Un grupo de animalistas, cuatro mujeres y un hombre, han presentado una denuncia a los Mossos d'Esquadra para recibir una agresión cuando salían de grabar imágenes del bou embolat que se celebró el sábado por la tarde en las Fiestas de la Segregación de Camarles, en el Baix Ebre. Según han denunciado, varias personas los rodearon al salir de la plaza, les dieron patadas y también les lanzaron piedras. Finalmente llegaron a sus vehículos escoltadas por agentes de los Mossos y se pudieron marchar. Con el informe de lesiones, presentaron aquella misma noche una denuncia en la comisaría de Tortosa. La entidad AnimaNaturalis revisa las imágenes que pudieron grabar para demostrar los hechos.
Las activistas de AnimaNaturalis han explicado que fueron insultadas e increpadas toda la tarde. "Fue una tarde bastante crispada y todo el rato estuvimos rodeadas de gente que nos amenazaba y nos decían que nos romperían las cámaras", ha explicado Aïda Gascón portavoz de la entidad. Cuando el bou acabó y se dirigen al coche, una de las activistas, Cristina Ibáñez, recibió patadas y se las acosó mientras numerosos aficionados a los bous seguía amenazándolas e insultándolas – denuncian que se les llamó "putas, te rompo la cámara y te mato". "Nos llegaron a lanzar piedras y afortunadamente no nos impactaron pero pasamos mucho miedo", ha detallado Gascón.
Las animalistas se han quejado de que la Policía Local de Camarles no interviniera a pesar de ser testigo de los hechos y han incorporado, además del informe de lesiones, imágenes de los incidentes a la denuncia que presentaron aquella la misma noche en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Tortosa. Piden que se abra una investigación para averiguar quién tiró la piedra y los autores de las amenazas. De hecho, fueron agentes de los Mossos quien escoltó a las activistas para "poder salir del pueblo sin peligro", según han explicado.
Participación de menores de edad
La entidad lamenta que la temporada taurina acabe con estos incidentes y con esta crispación, donde se habría animado a participar a menores de edad. "Entendemos que nuestra presencia no guste nada a los aficionados taurinos, que los incomode que llevemos cámaras y podemos esperar que adultos reaccionen con agresividad, pero nos rompe el corazón que se anime a niños y niñas a tratarnos con violencia y es realmente muy triste", ha explicado Gascón.