El 2024 ha sido un año especialmente cruento en las fronteras. Un total de 10.457 personas han muerto a lo largo del curso intentando llegar a las costas españolas, lo que supone una media de casi una treintena de migrantes que han perdido la vida cada día. Así se desprende de la contabilización que ha elaborado y presentado este jueves la ONG Caminando Fronteras, que asevera que la cifra de muertes ha subido un 58% con respecto al año anterior. La de este año se trata de una cifra récord desde que esta ONG empezó a investigar las desapariciones de migrantes en el mar y mantiene la tendencia previa desde hace dos años. De hecho, ya en 2023 los 6.618 muertos casi triplicaban los registrados un año antes.

El informe, que presenta datos recogidos hasta el 15 de diciembre, detalla 293 tragedias ocurridas en estas rutas migratorias y señala que al menos hay constancia de 131 embarcaciones que desaparecieron sin dejar rastro a lo largo del año, con todas las personas que llevaban. Del total de personas que perdieron la vida este año que ahora se despide, 421 eran mujeres y 1.538 niños o adolescentes. Por meses, abril fue el que registró más muertes, con 1.284, por delante de mayo (1.103) y de febrero (1.093). Los 10.457 muertos que Caminante Fronteras ha contabilizado pertenecían a 28 nacionalidades diferentes: Argelia, Bangladés, Burundi, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Egipto, Etiopía, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea-Bisáu, Guinea-Conakri, Iraq, Islas Comores, Mali, Marruecos, Mauritania, Nigeria, el Pakistán, República del Congo, Somalia, el Senegal, Sierra Leona, Siria, Sudán, Túnez y Yemen.

La ruta atlántica hacia las Islas Canarias "se mantiene como la más letal a escala mundial", con 9.757 víctimas, es decir, el 93% del total que contempla el informe. De hecho, el informe recoge como han crecido este año las salidas desde Mauritania, un país que "se ha consolidado como el principal punto de travesía migratoria" hacia Canarias —habitualmente hacia El Hierro—. Solo en esta ruta hubo 6.829 muertes. A su vez, 517 muertes se produjeron en la ruta Argelina, 110 en el Estrecho y 72 en la ruta de Alborán. Además, la ONG recuerda que la ruta argelina hacia las Islas Baleares también es considerada como una de las "más peligrosas" a causa de su longitud y la dificultad del trayecto.

"El control migratorio por delante del derecho a la vida"

La ONG que ha elaborado el informe atribuye el aumento de muertes por naufragios a la omisión del deber de socorro y, en este sentido, censura "la falta de activación oportuna de los protocolos de rescate y escasez de recursos en las operaciones de salvamento". Caminando Fronteras asevera también que se prioriza el control migratorio por delante del derecho a la vida y que, por eso, las políticas de gestión migratoria se centran en evitar la llegada de migrantes antes que en el rescate activo. También subraya como causa de este incremento de muertes la externalización de fronteras. "La responsabilidad del rescate se traslada a países con recursos limitados, empeorando la capacidad de respuesta ante estas emergencias", indica el informe. Añade que muchos rescates "no se activaron a tiempo", incluso cuando se conocían las ubicaciones de las embarcaciones en riesgo. "La falta de coordinación internacional y las demoras en la ayuda fueron factores determinantes para que se den estas cifras tan devastadoras", recalca. Cree también la ONG que la "criminalización y estigmatización" de organizaciones sociales y de familiares que alertan sobre personas en riesgo afecta la eficacia de las operaciones de rescate.

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Patera con migrantes llega a Canarias escoltada / EFE

Las mujeres afrontan mendicidad, prostitución y tráfico

El informe pone el acento en la presencia de mujeres en las rutas migratorias, con el porcentaje más alto en las rutas atlánticas, especialmente en las neumáticas entre Agadir y Dajla (Marruecos). Estas mujeres, en su mayoría en tráfico, "enfrentan violencia, discriminación, racismo, deportaciones y violencia sexual", asegura el informe, que precisa que muchas viajan con hijos nacidos en el trayecto y sobreviven en condiciones extremas a través de la mendicidad, la prostitución y trabajos precarios, lo cual las hace más vulnerables a la captación por redes de tráfico. También se ha registrado un incremento en el número de mujeres que viajan en cayucos desde Senegal, Gambia y Mauritania, huyendo muchas de ellas de conflictos bélicos y del impacto del cambio climático. Asimismo, ha crecido la presencia de mujeres en la ruta hacia las Baleares, procedentes de África central y Occidental, que pasa por Libia y Túnez.

Menores desprotegidos y el paso nadando por Ceuta

Caminando Fronteras ha constatado también un aumento de la presencia de niños, niñas y adolescentes en las rutas migratorias atlánticas, el Estrecho y hacia Baleares, y denuncia "la desprotección y la falta de garantías por parte de las autoridades". A su juicio, a menudo los menores son tratados como migrantes antes que como niños, y son utilizados como "moneda de cambio política, quedando expuestos a discursos de odio y vulnerabilidad". Recalcan también la situación de Ceuta, donde el cruce nadando sigue siendo una de las principales rutas migratorias, especialmente para niños y adolescentes de Marruecos y Argelia. "El resultado de este contexto político y social ha sido la desaparición de numerosos menores, dejando a muchas víctimas fuera del alcance de la protección pública, y enfrentando riesgos graves para su salud física y mental", concluye.

Tres cayucos con 196 personas rescatadas

Precisamente este jueves la ruta canaria sigue incrementando sus estadísticas con la llegada en las últimas horas de tres piraguas en los cuales iban unas 196 personas: dos de ellos fueron rescatados y sus ocupantes desembarcados en Tenerife, hacia las 2.30 horas, y el otro fue escoltado hasta El Hierro. Salvamento Marítimo ha rescatado a los ocupantes de dos embarcaciones precarias que fueron localizadas una a 62 millas en el sur de La Gomera, vista desde un avión, y la otra a 90 millas en el sur de La Restinga. Fuentes del operativo de emergencia han detallado a EFE que entre los 66 ocupantes de la segunda piragua había cinco mujeres y un bebé. En la primera, navegaban 63 hombres. En la tercera, viajaban 67 personas, entre ellas tres mujeres y un posible menor de edad. Una de estas personas necesitó ser trasladada al Hospital Insular Virgen de los Reyes para tener atención médica. Según el relato de los mismos migrantes, estos habrían realizado una travesía de cinco días desde Mauritania, y se han contabilizado personas de este país, del Senegal, Mali, Gambia, Guinea-Conakri y Costa de Marfil.