Los antivacunas de la covid-19 llegan a los juzgados. La Audiencia de Barcelona juzga este martes a un manifestante antivacunas, a quien la Fiscalía le pide siete años de prisión por haber lanzado un artefacto pirotécnico a agentes de los Mossos d'Esquadra durante una protesta en Barcelona el octubre de 2020 contra las restricciones impuestas por el Gobierno para detener la pandemia. En concreto, la Fiscalía le pide cuatro años de prisión por un delito agravado de atentado contra la autoridad y tres años más de prisión por un delito de desórdenes públicos, agravado por usar armas y por poner en peligro la vida de las personas. En la vista, en la sección segunda de la Audiencia de Barcelona, declararán como peritos dos expertos en desactivación de artefactos explosivos, adscritos a los Tedax de los Mossos, que han elaborado un informe sobre la capacidad del artefacto lanzado.
Los hechos pasaron la noche del 26 de octubre de hace dos años, cuando a través de las redes sociales se convocó una manifestación a la plaza Sant Jaume de Barcelona, delante del Palau de la Generalitat, con el lema Plantémonos contra el toque de queda y la privatización de derechos, y que reunió a unas 500 personas. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los manifestantes iniciaron una marcha hacia la avenida Marquès d'Argentera, y durante el recorrido algunas personas "guiadas para atentar contra la paz pública protagonizaron numerosos actos de violencia", como el lanzamiento de botellas de vidrio y adoquines contra agentes de los Mossos de Esquadra, así como la interrupción del tráfico, con el volcado y quema de contenedores en la calle. Hacia las 9 de la noche, la Fiscalía asegura que el acusado tiró "un artefacto pirotécnico de gran potencia" contra la línea policial que protegía el acceso principal al parque de la Ciutadella, y que provocó "una deflagración con efecto sonoro y luminoso a la altura de la cabeza de los agentes" de los Mossos, siendo consciente del peligro que representaba para la integridad de las personas.
Las protestas en la calle
Las protestas contra las restricciones a la libertad de movimientos de las personas, que el gobierno de Pedro Sánchez impuso a partir de marzo de 2020 con decretos de estado de alarma para frenar la crisis sanitaria, fueron cuestionadas unos meses más tarde con protestas espontáneas en barrios opulentos de Madrid, y con la mayoría de votantes del PP y VOX. Las protestas se extendieron a ciudades como Barcelona, donde se reunieron personas negacionistas, antivacunas y contra los gobiernos. En ciudades europeas, como Berlín, también hubo masivas manifestaciones de ciudadanos contra las restricciones.
Castigo por los desórdenes de Mercè
Con respecto a disturbios en Barcelona, el martes pasado, un manifestante acusado de provocar desórdenes públicos en las fiestas de la Mercè de 2021 aceptó una condena de dos años y medio de prisión y pagar una multa de 1.080 euros. Inicialmente, la Fiscalía le pedía siete años de prisión por los delitos de atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, que se produjeron en torno a la plaza Espanya, la madrugada del 25 de septiembre de 2021. En el juicio, la fiscalía acordó que no pedirá su entrada en la prisión con la condición que no vuelva a delinquir en tres años y que haga trabajos en beneficio a la comunidad. La sentencia fue anunciada in voce por el tribunal de la sección 21 de Barcelona.