Facilitar la comunicación en un momento tan doloroso como es la pérdida de un ser amado y ofrecer un espacio íntimo para recordarle.
Este es el objetivo de Alife, una red social que ya tiene más de 57.000 usuarios de 15 países diferentes, que ahora ha incorporado una nueva función: informar del lugar y la hora que se celebrará un entierro.
"Cuando muere una persona querida tienes que hacer muchas cosas, preparar la ceremonia, notificarlo a la gente, en un momento que es cuando tienes menos ganas de hacerlo", explica Jordi Martínez, el emprendedor gerundense que ha ideado este producto y que está teniendo una buena acogida entre las funerarias y tanatorios, que son los encargados de ofrecerlo a los clientes.
Alife funciona con un código QR y una aplicación gratuita que se puede descargar en el móvil. El usuario que lo contrata puede controlar en todo momento qué documentos se cuelgan en el perfil abierto –línea conmemorativa–, ya sean textos, vídeos o fotografías a la vez que decide con quién compartirlo.
De momento ya hay doce funerarias que han apostado por Alife.