El candidato del PSC a las elecciones de este 12 de mayo ha anunciado dos fichajes de su candidatura que hacía semanas que mucha gente daba por hechos. Si Salvador Illa consigue ser presidente de la Generalitat -las encuestas publicadas hasta ahora no lo ponen fácil, por los pactos que se tendrán que hacer desde el día 13 a primera hora- nombrará la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, consellera de Interior, y Josep Lluís Trapero, como director general de la Policía, el cargo político que dirige los Mossos d'Esquadra por encima del jefe del cuerpo, un cargo, este último, que el major Trapero ya ha asumido en dos ocasiones. Si se confirma, será la primera vez que un uniformado asume este cargo reservado a los políticos.
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El anuncio de Illa, en el bloque sobre seguridad del debate electoral de TV3, se ha entendido como una promesa electoral que el candidato del PSC juega como una carta para arañar votos con caras conocidas, si bien sin propuestas, hasta ahora, tangibles en seguridad. El candidato del PSC asegura que la elección de Josep Lluís Trapero, que ostenta el rango de major del cuerpo, a pesar de que ahora apartado de la dirección operativa, es para "profesionalizar" la política. Si finalmente Illa es presidente y los pactos le permiten nombrar a Parlon y Trapero, será la primera vez que un agente de la policía asume este cargo político, siendo también la primera vez que un alto cargo de la policía se significa de manera clara con un partido político.
Nunca ningún agente de los Mossos ha sido director de la Policía
En Trapero, ahora jefe de la Comisaría General de Inspección y Evaluación de los Mossos, se lo había relacionado con el independentismo antes del Procés, un idilio liquidado cuando declaró delante de la Audiencia Nacional que su intención era detener al president Puigdemont y en todo el Govern de la Generalitat si hubiera hecho falta, después del referéndum del Primero de Octubre de 2017. Desde entonces, apartado del foco, ha mantenido un perfil público limitado a una comparecencia en el Parlament de Catalunya y hasta ayer, cuando Illa anunció su fichaje por el proyecto de los socialistas con la intención de ser, si la aritmética en la Ciutadella lo permite, ser nombrado director general de la Policía.
El cargo al cual opta el major es claramente de perfil político y es quien marca las líneas estratégicas, en el ámbito político, de acuerdo con las líneas maestras del Gobierno y del presidente, en la Prefectura de los Mossos. Actualmente, el cargo lo ostenta Pere Ferrer, que desde el 2019, con varios consellers, ha asumido esta responsabilidad. Trapero, según el anuncio de Illa, no opta a volver a ser jefe del cuerpo y ejercer su rango de major; aceptando el eventual encargo, Trapero ejercerá de jefe político de la policía catalana. Por debajo de él estará el jefe del cuerpo, que actualmente es el comisario Eduard Sallent -opta a ser nombrado también major-, si no deciden relevarlo. La relación entre los dos altos mandos, con modelos policiales antagónicos, es abiertamente mala.
Trapero juega la carta política para recuperar el control
Este paso de Trapero de aceptar poder ser nombrado en este cargo estrictamente político, sin ningún tipo de capacidad operativa en el día a día del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, más allá de las prerrogativas que tiene inherentes el cargo de director general de la Policía, ha sacudido en el ámbito interno el cuerpo de los Mossos d'Esquadra en dos direcciones. Si bien Trapero tiene sus seguidores fieles entre mandos y base de la organización policial, otras fuentes conocedoras de las corrientes de fondo de los Mossos, lamentan que el major haya dado este paso político, alineándose con el PSC, rompiendo la neutralidad que tendrían que tener los mandos de la policía catalana.
Cuestionan que, si bien era legítimo que pudiera volver a ser el jefe del cuerpo, con un posible cambio de Govern, que ahora se haya alineado con Salvador Illa para ocupar un cargo político y poder dirigir los Mossos desde la Dirección General de la Policía y no desde la Prefectura, lo ha inhabilitado para volver a ser jefe del cuerpo. Algunos de los colaboradores de Trapero tampoco ven claro que el major haya ya aceptado decir que 'sí' a Illa si lo propone y aseguran que el exjefe del cuerpo quiere liderar los Mossos, contraponiendo el modelo Sallent, pero no la dirección general, un cargo que le quedaría fuera de sus habituales capacidades, enfocadas más a la operatividad que a la institucionalidad.
La politización de los Mossos entra en campaña
Durante los últimos años, el exconseller de Interior Ramon Espadaler, antiguamente a Unió y ahora en el grupo parlamentario del PSC, ha criticado la politización de los Mossos d'Esquadra a las comisiones en el Parlament en contraposición a la gestión del conseller Joan Ignasi Elena. El conseller de Vilanova i la Geltrú, quién hizo cesar el major Trapero de jefe de los Mossos, el año 2021, para nombrar al comisario Josep Maria Estela y posteriormente, un año después, al comisario Eduard Sallent, cargó contra Illa por el anuncio del fichaje de Trapero. En un tuit en Twitter Elena respondió y acusó a los socialistas de "politizar" los Mossos con el anuncio de querer fichar Trapero de director general de la Policía.
El presidente Carles Puigdemont, candidato de Junts, también ha cargado contra Salvador Illa y lo ha acusado de hacer política con la policía por intereses partidistas y ha asegurado que Junts no anunciará nombramientos del futuro Govern hasta que los ciudadanos, el 12 de mayo, hablen en las urnas. Alejandro Fernández, candidato del PP, en cambio, cree que fichar Trapero es "volver al Procés". Este miércoles el exconseller Miquel Sàmper, quien nombró Trapero jefe del cuerpo cuando fue absuelto por la Audiencia Nacional, también ha mostrado su apoyo a Salvador Illa de cara a las elecciones del próximo domingo.
La inestabilidad, también ADN de los Mossos
Los mandos neutrales consultados por ElNacional.cat lamentan que este anuncio de Illa volverá a hacer saltar por los aires el trabajo hecho los últimos meses y que, si el candidato del PSC es presidente y Parlon consellera, abrirá un nuevo periodo de inestabilidad al cuerpo de los Mossos, una situación que no es nueva, pero que todo el mundo asegura que no es buena para fortalecer el proyecto y luchar de manera efectiva contra los retos que tiene la policía de Catalunya contra el crimen organizado, el terrorismo y la violencia contra las mujeres.
Los últimos años los cambios de cabeza del cuerpo y de Prefectura han hecho que, por varios motivos -relevos políticos o la activación del artículo 155 de la Constitución española y la suspensión de la autonomía-, los Mossos d'Esquadra hayan tenido hasta ocho jefes diferentes. Trapero y Sallent, los representantes de los dos modelos enfrentados, han repetido en el encargo de liderar la policía catalana en dos ocasiones. También han sido jefes del cuerpo los comisarios Ferran López -ahora número tres del cuerpo-, Miquel Esqius -ahora jefe de la región Metropolitana Sud- y Josep Maria Estela -ahora jefe de la región de Ponent.