El Gobierno en respuesta a la pregunta parlamentaria del diputado por Euskal Herria Bildu (EH Bildu) en el Congreso de los Diputados, Jon Iñarritu, ha facilitado un documento donde se puede leer y contabilizar, para|por comunidades autónomas y capitales, el número de amenazas que se han recibido acompañadas de munición.
Andalucía líder
La comunidad autónoma que más amenazas ha recibido con munición es Andalucía, que recoge un total de cincuenta y siete. La ciudad almeriense, según el documento, es la capital de provincia andaluza con más amenazas notificadas, ha recibido quince. La ciudad que la sigue de más cerca es Málaga, el informe cuantifica un conjunto de once. Y finalmente Sevilla y Córdoba con un total de ocho.
La abla del informe apunta que la comunidad madrileña es la segunda que ha recibido más, veintidós. Madrid es, por lo tanto, la provincia que ha recogido más amenazas con munición. La comunidad valenciana, dividida en tres provincias; Alicante, Castellón y Valencia, aglutina un número de dieciocho, siente Valencia la provincia con más amenazas recibidas.
Catalunya y el País Vasco, en blanco
Según el informe del ejecutivo español, ni Catalunya ni el País Vasco habrían recibido ninguna amenaza acompañada de balas o munición. Desde el 2010 no contabiliza, ni hace constancia, de ningún sobre o carta con balas. Catalunya y el País Vasco acompañan a Melilla y Aragón como las cuatro comunidades autónomas que no han sido nunca amenazadas con munición.
La pregunta formulada por Iñarritu al Gobierno se enmarca en el contexto del incremento de las amenazas recibidas durante la pasada campaña electoral por la presidencia de la comunidad de Madrid, donde el exlíder de Podemos Pablo Iglesias, el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso y el expresidente socialista español Jose Luís Rodriguez Zapatero, entre otros, recibieron cartas o sobres con amenazas y balas de pistola en el interior.
Sorprendentemente, como recoge el informe del Gobierno, la provincia madrileña es la que presenta más amenazas con munición, escenificando una crispación que perdura desde 2010 hasta la actualidad, donde se han recibido constantemente anualmente, desde hace once años, amenazas con balas.