Confrontación. La extenista Arantxa Sánchez Vicario ha admitido que escondió su patrimonio para no tener que devolver unos 6,6 millones de euros al Banco de Luxemburgo, que le dejó en el 2010 para pagar una deuda a Hacienda. Así lo ha afirmado la fiscal al inicio del juicio, este martes en el juzgado de lo Penal 25 de Barcelona, y por eso ha pedido que declare la primera en esta vista, que inicialmente estaba programado para el viernes. "Mi marido, el señor Santacana, me obligó a no pagar al banco, me dijo que no me preocupara. Yo era tenista, no sabía de patrimonio. Ahora me arrepiento, y por eso ahora estoy pagando esta deuda", ha contestado Sánchez Vicario a la fiscal.
La exjugadora se ha puesto a llorar en la declaración con el abogado del Banco de Luxemburgo. La extenista ha desvinculado a su familia del caso, ya que en noviembre de 2009 sus propiedades fueron gestionadas por ella y su marido. "Le di poder general y absoluto. Confié en mi marido", ha insistido. Del elevado patrimonio, en dinero y casas, que tenía la jugadora, ha asegurado que ninguno está en el Estado español, que ha ido a parar en los Estados Unidos a sociedad de Santacana.
Devuelve el dinero
"Estoy haciendo un esfuerzo estratosférico. De todo lo que gano, el 50% va al banco. Ya he vuelto cerca de 2 millones de euros", ha manifestado Sánchez Vicario a su abogado, Borja Vives, que también le ha contestado que vive de alquiler en Miami, desde que se separó del marido el 2018, y que a veces "la ayudan económicamente los amigos".
Al acabar su declaración, a la una menos cuarto del mediodía, la magistrada ha permitido al deportista que abandonara el juicio y que pueda volver el último día.- Sánchez Vicario no ha querido contestar a las preguntas del abogado de su exmarido. Los pagos se iniciaron con el divorcio, el 2018, según la defensa.
Petición de prisión
Inicialmente, la Fiscalía pide 4 años de prisión para Sánchez Vicario y para Santacana por los delitos de alzamiento de bienes e insolvencia punible. También son juzgados cuatro testaferros (uno de ellos está muerto), que los ayudaron a esconder sus bienes, y a quienes la fiscalía pide 3 años y 6 meses de prisión para cuatro de ellos y 2 años y 9 meses a la quinta acusada. La Fiscalía sostiene que Sánchez Vicario aceptó el plan "urdido" por su entonces marido. La extenista ha asegurado que los testaferros eran "amigos de su marido". En el juicio, uno de los testaferros, Vicente Merino, ha afirmado que no recuerda nada de lo que pasó y no ha declarado.
El exmarido aporta cartas de ella
Frente a la versión de Sánchez Vicario, su exmarido, Josep Santacana, acusa el extennista y en el Banco de Luxemburgo “de una conformidad encubierta”, según ha asegurado su abogado, el penalista Juan Segarra, en las cuestiones previas, porque han aportado una documental que él es titular de un entramado de empresas en los EE. UU. y en Suiza, en la que se le acusa de esconder el patrimonio de la extennista.
Además, Segarra ha aportado pruebas, como por ejemplo escritos de su exmujer, que “le da las gracias por 10 años de matrimonio y que culpa a sus padres de la gestión del patrimonio”. También ha aportado notas de Sánchez Vicario que "aprobaba y descartaba inversiones". La magistrada del Penalti 25 ha aceptado la nueva documentación aportada por las dos partes.
Dos testigos del banco
En la vista, dos representantes del Banco de Luxemburgo han explicado que en una reunión con la pareja, les dijeron que “no tenían dinero para volverlos el aval”, y que Santacana “era quien dirigía las respuestas”, como por ejemplo que si les presentaba una demanda, ella se podría declarar insolvente. “Arantxa Sánchez nos dijo que tenía patrimonio, pero que no sabía dónde, y que presentaría una querella contra sus padres, el 2012”, ha manifestado una responsable del banco, y que al final no es hizo.
La primera sesión del juicio ha acabado antes de las 2 del mediodía, y continúa mañana con más testigos. La declaración de Josep Santacana se ha programado para este viernes.