Esta mañana los Mossos d'Esquadra han celebrado su fiesta patronal, que coincide con el 22 de abril, conmemorando el día del año 1982 que la Diputación de Barcelona hizo entrega a la Generalitat de Catalunya del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, siendo entonces el embrión de la policía nacional desplegada hoy en todos los pueblos y ciudades del país. El acto se ha hecho en Barcelona y ha sido encabezado por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y el comisario jefe del cuerpo, Josep Maria Estela.
Antes de entrar en el acto, y como es habitual, las autoridades han pasado revista a un grupo de agentes de la policía, representantes de diversas de las especialidades del cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Entre otros, el presidente, el conseller y el comisario jefe, han pasado revista en componentes de la Brigada Móvil, del ARRO, de la Policía Marítima o del Grupo Especial de Intervención (GEI). Los primeros, los que reciben las autoridades, con la bandera de los Mossos d'Esquadra, una fusión entre la bandera de Catalunya y la Cruz de Sant Jordi, es un pelotón de la Guardia de Honores.
Revista sin armas llagas
Este pelotón habitualmente hace su parada con el tradicional vestido de gala de los Mossos d'Esquadra, con zapatos set vetes y sombrero de copa. Lo que hoy no se ha visto, sin embargo, es el arma larga que habitualmente, y tal como marca el decreto de uniformidad, lleva esta unidad de gala de la policía de Catalunya. Se trata de un tradicional máuser, un fusil antiguo, que, hoy ha "desaparecido". No es la primera vez que este pelotón de gala pasa revista sin el arma larga. Ya lo hicieron cuando el presidente Aragonès tomó posesión del cargo, en el Palau de la Generalitat.
Fuentes consultadas por ElNacional.cat han explicado que esconder estas armas, y que los agentes de la Guardia de Honores reciban a las autoridades sin armas largas, es una petición que hace directamente Presidencia. El año pasado, cuándo las Esquadres se celebraron el mes de noviembre, cuando se pudieron relajar las medidas por el coronavirus, el acto no contó con la presencia del presidente de Catalunya, y los agentes de la Guardia de Honores sí que pasaron revista con los tradicionales máuseres.
Quejas de los sindicatos
La desaparición en los actos oficiales de estas armas, cuando se supo que era una decisión política, recibió quejas por parte de algunos sindicatos de los Mossos d'Esquadra, que pusieron de relieve que el uso de estas armas históricas forma parte del protocolo que marca la actuación de este cuerpo de gala de los Mossos d'Esquadra.