El Arzobispado de Barcelona ha negado que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se quejara de la homilía pronunciada por el arzobispo, el cardenal Joan Josep Omella, en la ceremonia oficiada el domingo 20 de agosto por las víctimas de los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils (Tarragona).
En un comunicado de este sábado, desmiente que Puigdemont corrigiera la homilía e indica que el cardenal se despidió de las autoridades que acudieron a la Sagrada Familia en la puerta de la fachada del Nacimiento y que no fueron a la sacristía, donde sólo se concentraron sacerdotes y diáconos.
Asimismo, destaca que la relación de Omella con Puigdemont y el resto de autoridades políticas y civiles de Catalunya es cordial.