Ana Julia Quezada ―la asesina confesa del pequeño Gabriel Cruz― ha intentado suicidarse en prisión tras pelearse con otra reclusa la pasada Nochevieja. La tentativa de la presa fue frustrada por la rápida actuación de los funcionarios, que intervinieron antes de que la mujer pudiera quitarse la vida utilizando una cuchilla.
Según ha avanzado Espejo Público, los hechos se produjeron después de que, en la cena del pasado Fin de Año, Quezada discutiera y tuviera un grave altercado con otra de las presas de la cárcel de El Acebuche (Almería). La dirección de la prisión tomó la decisión de enviar a la asesina confesa al módulo de aislamiento. Una vez trasladada a la nueva zona, la mujer intentó suicidarse cortándose las venas con una cuchilla desechable, obligando a los responsables a movilizarse rápidamente para evitarlo. La mujer llegó a autolesionarse, según informa el programa.
El incidente ha obligado a los dirigentes de El Acebuche a activar el protocolo antisuicidios para Quezada, a quien además se le ha asignado una presa sombra, otra reclusa que la persigue allá donde va.