A menos de un mes para Sant Jordi, y con el regusto agridulce de la festividad del año pasado, Catalunya ya se prepara para celebrar entre mascarillas el día del libro y de la rosa. Hasta ahora había muchos interrogantes sobre la mesa, pero este jueves el Procicat ya ha aprobado el plan que detalla cómo se tendrá que desarrollar la jornada.
Según el documento, avanzado por el diario Ara, como regla general, todos los actos de Sant Jordi 2021 tendrán que hacerse con aforos controlados y medidas de seguridad. Además, se pide descentralizar los acontecimientos y hacerlos, preferiblemente, al aire libre.
Las paradas
Las paradas de rosas y libros tendrán que estar a dos metros de distancia entre ellas y tendrán que tener colas separadas de entrada y de salida donde también se respete la separación entre ciudadanos. Las zonas estarán perimetradas y el aforo será de un máximo del 50%. El tope máximo será de mil personas al aire libre y de 500 en espacios cerrados.
Con respecto a las firmas de los autores, se podrán hacer, pero se tendrán que realizar siguiendo estas mismas normas y limpiando constantemente las superficies. En este sentido, se pide que los autores vayan desplazándose por varios puntos con el fin de no centralizar las firmas en un mismo lugar.
Además de estas medidas, también habrá que disponer de gel desinfectante para los clientes y la mascarilla, obviamente, será obligatoria en todos los espacios.
Un Sant Jordi de cinco días
Por otra parte, con el fin de evitar aglomeraciones, se permitirá que tanto librerías como floristerías puedan colocar paradas exteriores desde el día 21 hasta el domingo 25. La condición es que cada establecimiento tiene que tener una persona destinada a controlar que se garanticen las medidas de seguridad.
Se trata de una cuestión que tiene que gestionar cada ayuntamiento y desde el Procicat se propone que cada municipio haga un decreto o trámite de concesión de licencia de ocupación de la vía pública para permitirlas. Sin embargo, queda en manos de los consistorios.
Sólo profesionales
Como novedad, este año sólo se permitirá montar una parada a las editoriales, librerías y floristerías, a excepción de los municipios con menos de 5.000 habitantes, donde las entidades sí que podrán vender. De hecho, algunas ciudades como Tarragona ya habían establecido esta norma antes del pronunciamiento del Procicat.
Una festividad descentralizada
Con estas directrices sobre la mesa, ahora cada municipio busca alternativas para celebrar este Sant Jordi tan atípico. En Barcelona, el Ayuntamiento ya busca espacios perimetrales para evitar las habituales aglomeraciones de Passeig de Gràcia; en Reus, el acto central este año se hará en la plaza del Mercadal; Girona lo hará en la Copa y en la capital de las Terres de Ponent, como en la mayoría de lugares del país, todavía se tiene que concretar.