¿Cuál es la mejor manera de garantizar la supervivencia del catalán? Uno de los campos de batalla para asegurar que la lengua se mantiene viva generación tras generación es la escuela. Y por eso hace tantos años que en Catalunya entró en vigor la inmersión lingüística. Pero incluso algunos de los más defensores de la lengua catalana consideran que un modelo que ha situado el catalán como única lengua vehicular en los centros educativos ha sido un fracaso para mantener vivo el idioma. Así se expresa por ejemplo la lingüística y presidenta del Consell Lingüístic Assessor del Govern, Carme Junyent, que asegura que la inmersión en ningún caso ha sido un modelo de éxito. Y el actual pacto al cual han llegado Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, PSC y comunes sobre la convivencia catalán-castellano en las escuelas ha encendido muchas alarmas en los últimos meses.

Sería bueno repasar qué pasa en el resto del mundo. ¿Cómo gestionan otros países europeos la convivencia de varias lenguas en sus sistemas educativos? ¿Y en el continente americano? ¿Son modelos de éxito? ¿Respetan las lenguas minoritarias? Para poner un ejemplo, un comité de expertos de la Unión Europea dedicado a inspeccionar si los estados miembros respetan la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias hace evaluaciones periódicas. Eso piensa de España: "Las lenguas minoritarias son muy utilizadas en la enseñanza, pero todavía hay dificultades para la implantación de la inmersión lingüística en Catalunya. En Galicia, la legislación vigente no permite ofrecer más del 50% de las enseñanzas en gallego en la enseñanza no universitaria. Una nueva legislación el año 2018 eliminó el programa de inmersión lingüística a Valencia. Solo el nuevo gobierno de las Islas Baleares retiró las medidas legislativas adoptadas en el anterior periodo de seguimiento que pretendían disminuir el uso del catalán en los centros educativos".

Finlandia

El finés y el sueco son los dos idiomas oficiales de Finlandia. Todos los municipios que se encuentran en zonas bilingües tienen que ofrecer educación tanto en finés como en sueco. Los municipios finlandeses monolingües también pueden decidir ofrecer educación en sueco y, si lo hacen, tienen derecho a recibir un aumento del 12% de su financiación por alumno para cubrir los gastos que eso representa. El sueco, como segunda lengua del país, lo tienen que aprender los alumnos que reciben educación en lengua materna finlandesa. Desde la introducción de un nuevo currículum en 2016, los alumnos empiezan a aprender sueco un año antes que anteriormente. Es decir, en 6.º en vez de 7.º de primaria. No obstante, hay formaciones políticas de este país que no ven con buenos ojos esta política lingüística, y de eso se hace resonancia el comité de expertos de la Unión Europea. Por ejemplo, según los representantes de la Fundación Cultural Sueca, la inmersión lingüística en sueco en el ámbito preescolar es muy popular, pero no muchos municipios, especialmente los monolingües finlandeses, están dispuestos a ponerlo en marcha.

Suiza y Bélgica

El alemán, el francés, el italiano y el romanche son los tres idiomas oficiales de Suiza. Se trata de un país dividido en 26 cantones y entre la población está la convicción general que la única lengua vehicular de la escuela tiene que ser aquella que es propia de aquel cantón. Se trata, pues, de un sistema absolutamente ligado a la territorialidad: En Zurich, Lucerna y Soleura, por ejemplo, se da clase en alemán; mientras que en Ginebra y Vaud se hace en francés y en Ticino en italiano. Hay algunos cantones como Valais, Berna y Friburgo en los cuales en una zona claramente se habla francés y en otra alemán, de manera que ambas lenguas se convierten en las vehiculares en la escuela.

 

Y similar pasa en Bélgica, país que tiene como lenguas oficiales el francés, el flamenco y el alemán. Esta última lengua únicamente se habla en una parte muy pequeña del país; en el resto del territorio, el francés y el flamenco tienen diferentes papeles en función de cada zona. Es decir, que en las zonas donde la población habla mayoritariamente el francés, esta pasa a ser la lengua vehicular y el flamenco es la segunda lengua de escolarización a partir de quinto de primaria. Y lo mismo pasa al revés. La capital del país, Bruselas, se encuentra en zona de habla flamenca, pero cuenta con una mayoría de hablantes francófonos. Aun así, esto no hace que su sistema sea bilingüe: en algunas escuelas de la ciudad la lengua vehicular es el francés, y en otras es el flamenco. 

Canadá y Quebec

Las dos lenguas oficiales del Canadá son el inglés y el francés. Resulta, sin embargo, que aunque el francés sea una de las lenguas más habladas en todo el mundo, en este país el inglés cada vez le gana más terreno. En este país norteamericano, las familias pueden decidir que, si se encuentran en una zona más anglosajona, pero la lengua materna de su hijo es el francés, por ejemplo, pueden pedir que el niño se eduque en francés. Y en los últimos días hay bastante polémica en el Quebec, la segunda región más poblada del Canadá. Allí hay el objetivo de proteger el francés; y se ha aprobado la Ley 96, que tiene como objetivo restringir el uso del inglés en el territorio.

Paraguay

Se trata de un país en el cual la mayoría de la población tiene el guaraní como lengua materna, cosa que hace que muchos niños lleguen a la escuela sabiendo solo esta lengua. Y en la escuela, los profesores les dan las clases en castellano. En algunas escuelas el guaraní es la segunda lengua de escolarización, pero algunos docentes no tienen bastante nivel de esta lengua nativa del continente americano y eso hace que algunos alumnos que tienen el castellano como lengua materna acaben la escolarización sin tener un buen nivel de guaraní.

Bolivia

En este país el castellano convive con varias lenguas nativas. El gobierno boliviano decidió en el 2013 que sus estudiantes serían trilingües (castellano, inglés y una lengua nativa). Por ejemplo, en Cochabamba se enseña el quechua. Mientras que en la mayoría de escuelas de La Paz, la capital del país, se enseña aimara. El problema que genera este sistema es que las ciudades se encuentran con una falta de docentes que sean capaces de dar clases a los niños con lengua nativa del país. En las zonas rurales, en cambio, se acostumbraba a enseñar en lenguas nativas y desde hace unos años también se enseña en castellano.