La Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso de la familia de Pedro Álvarez, que pedía reabrir el caso por el asesinato del joven el año 1992. La sala considera que el caso ya ha prescrito porque hace más de veinte años que se cerró el sumario contra el principal sospechoso, un policía nacional, en 1995.
La familia pedía que el plazo empezara a contar desde el año 2000, ya que aquel año se practicó una última diligencia, pero era contra otra persona. El policía, a pesar de ser detenido y encarcelado durante seis días, en diciembre de 1992, fue puesto en libertad y nunca aparecieron bastantes indicios para procesarlo. La familia quería que los Mossos utilizaran la tecnología actual para conseguir nuevas pruebas sobre la autoría del crimen.
En el auto que desestima la petición de la familia, la Audiencia también apunta que, más allá de la discusión sobre las fechas, nunca en estos más de veinte años se han aportado nuevos elementos que incriminen al policía y que justificaran la reapertura del caso: "Este caso ha agotado al esfuerzo investigador y unas nuevas diligencias serían igualmente infructuosas".