El expresident Jordi Pujol se desmarcó en todo momento de la gestión de la deixa de su padre durante la declaración en la Audiencia Nacional el 10 de febrero pasado ante el juez José de la Mata y apuntó constantemente a su hijo primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, Júnior.

En la grabación del interrogatorio a la que ha tenido acceso El Nacional, Pujol Soley dice por primera vez que tuvo miedo de la gestión que se hacía del dinero que dejó su padre Florenci Pujol a su mujer y a todos sus hijos, y que nunca quiso saber nada.

 

Pujol niega en todo momento que tuviera cuentas en Andorra. De hecho, repitió la versión que expuso a los juzgados de Barcelona y al Parlamento recordando que su padre Florenci, que murió en 1980, dejó 140 millones de las antiguas pesetas a su mujer Marta Ferrusola y a sus siete hijos y no a él, para “proteger” a la familia del momento político delicado por el cual pasaba el país.

 

Pujol ratifica toda la declaración que hizo en el juzgado de instrucción 31 de Barcelona y niega que hubiera tenido nunca cuentas a Andorra o en cualquier otro país extranjero y explica el origen de la fortuna familiar: la deixa del abuelo Florenci.

 

En ningún momento de la declaración Jordi Pujol aclara si sabía o no donde estaba el dinero y si el legado iba creciendo. hasta el punto que el juez acaba bromeando.

 
Desmarcándose de Júnior

El año que murió Florenci Pujol, Jordi Pujol accedió a la presidencia de la Generalitat. Jordi Pujol Soley vuelve a defender en la declaración que la herencia crece hasta los 500 millones gracias al trabajo de los gestores bancarios. El hijo mayor, Junior, no gestiona la fortuna familiar hasta los años noventa, una decisión que él no tomó. Y es que el expresident se desmarca durante todo el interrogatorio de su hijo e incluso de los actos de su mujer Marta Ferrusola. Repite una vez y otra que se quiso mantener al margen de la gestión del legado porque no se fía y le daban miedo las consecuencias que le podía comportar.

 

Jordi Pujol Soley acaba incluso responsabilizando a su hijo de los papeles que han aparecido con la firma del ex presidente.

 

Pujol pone distancia con su hijo Jordi, asegurando que las cuentas del primogénito formaban parte de los trámites de separación de su mujer, Mercè Gironès, y que no tienen nada que ver con la fortuna familiar en Andorra.

El enfrentamiento con el abuelo Florenci

Jordi Pujol Soley esconde en ningún momento que no le gustó nada la decisión de su padre de dejar la herencia a sus hijos y su mujer y de mantenerlo a él al margen. Lo vivió como una falta de confianza. Después no quiere saber nada de ello. Al juez le admite "un cierto enfrentamiento" con su padre y un pesar ante la situación de tener la fortuna en Andorra, hasta el punto que el primer administrador de la fortuna Delfí Mateu, definía la actitud de Pujol de "patológica".

 

Pujol admite y critica el secretismo que impuso a su padre a la hora de gestionar la fortuna y cederla a su joven, Marta Ferrusola, y a sus siete nietos.

 

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata investiga los Pujol como un clan familiar, formado por el matrimonio y sus siete hijos, que ha ocultado durante 23 años su fortuna y que la ha ido incrementando. Cree que todos tenían un acuerdo para atribuir al hermano mayor el rol de gestor y distribuidor de los recursos entre toda la familia. Según la investigación, el dinero se lo repartían en efectivo y lo ingresaban en cuentas de bancos en el extranjero. La familia ha negado siempre la existencia de estas cuentas. El desencadenante de la investigación, que abre el juez de Barcelona después de la confesión del expresident del 25 de julio del 2014, es el informe que llega de los juzgados de Andorra. El magistrado también imputó a los hermanos Pere y Josep Pujol, y ha decidido también llamar a declarar a los padres.

Fotos: Sergi Alcàzar