Sábado por la tarde un tren AVE volcó entre las estaciones de Puerta de Atocha i Chamartin, colapsando la red de trenes madrileña y afectando a los viajes de hasta 17.000 personas. Según el audio de un trabajador de Adif, que ha avanzado Vozpópuli y que recoge El Mundo, el accidente se habría producido mientras el convoy que se encontraba averiado era remolcado en los talleres, y se habría producido al romperse la sujeción con el tren que lo remolcaba, provocando que el vagón de AVE se desplazara durante cuatro kilómetros sin maquinista, descontrolado y estuviera a punto de chocar contra otro tren de pasajeros.

Según explica este operador de Adif el tren, que había sufrido una avería unos días antes cerca de Toledo, estaba estando trasladando a los talleres de Renfe en Fuencarral para ser reparado. El inicio del problema fue cuando el tren remolcador no tenía bastante suficiente para subir con el tren averiado las rampas empinadas del túnel que une las estaciones de Atocha y Chamartín, que tienen una inclinación de un 30%, explica el técnico.

El maquinista del tren remolcador habría pedido entonces permiso para volver a un sitio plano y volver a intentar atravesar el tramo. Eso no fue posible, y en medio de la subida uno de los motores se rompió y a posteriori se produjo el corte del convoy remolcado, que recorrió sin maquinista y completamente descontrolado unos cuatro kilómetros, desde Chamartín hasta el Jardín Botánico.

Un accidente que podría haber acabado en tragedia

En los mensajes de voz, el técnico explica que el tren se movía a una velocidad que llegaba a los 200 kilómetros por hora y que se dirigía directamente contra otro tren con pasajeros: "El tren iba a toda hostia (...) Se iba a estampar contra un tren de viajeros (...) Iba a cien o doscientos kilómetros por hora", se puede escuchar en los audios del trabajador de Adif que relata los hechos y que se han compartido por varios canales y grupos Telegram y WhatsApp de profesionales del sector. En el momento que el convoy estuvo en riesgo de chocar contra otro tren, los operarios tomaron la decisión de "cambiar las agujas" - para modificar el trazado de las vías- desviando así el tren y evitando la colisión. Poco después, fue cuando se produjo el descarrilamiento.

La maniobra fue "una chapuza" con una mala ejecución

En los mensajes a sus compañeros, el encargado de la coordinación de los trenes del centro de control de Adif, que trabajaba la mañana del día del incidente, no sabe explicar qué hicieron al maquinista y los cuatro técnicos involucrados en el descarrilamiento, en una maniobra que considera una "chapuza". El técnico apunta en el hecho de que la maniobra no tenía mucho sentido, porque la unidad remolcadora "tenía poca potencia", y aunque la maniobra "estaba bien hecha, deja caer, que el problema fue la mala ejecución de esta. El mismo trabajador de Adif asegura que "han tenido que aislar todos los frenos del tren inútil y cortarlos, porque se acabó marchando, según él, "a la deriva".

En otra de las grabaciones, el profesional del centro de control menciona que el maquinista responsable del tren que remolcaba la unidad averiada, estaba muy afectado por el incidente: "Decía, la he cagado, me va a echar, me va a echar", relata su compañero.