El próximo noviembre Happy Parc, el primer chikipark que se inauguró en Barcelona, cerrará a causa de la finalización de su contrato de alquiler y la imposibilidad de pagar el nuevo importe que pide la propiedad. Algunos portales están ofreciendo el alquiler del local a 15.000€ mensuales, cifra que representa un incremento del 300% del alquiler actual.
Incremento que según los portavoces de la empresa titular de Happy Parc, Petriparc, SL, se considera inasumible y verterá a la compañía al cierre y a la rescisión de los contratos de sus 14 empleados. "Si una solución de urgencia no lo arregla, dentro de dos meses habrá una nueva víctima de la especulación inmobiliaria y la vorágine urbanística que arrasa locales emblemáticos y despersonaliza los barrios y la ciudad entera", explica Josep Pinyol Balasch, consejero delegado de Petriparc, SL.
Happy Parc abrió sus puertas el año 1994 cuando el concepto de chikipark todavía era desconocido en Catalunya. Y lo hizo en un edificio construido por los hermanos Climent hacia 1905. Entonces hacía años que estaba abandonado, por lo cual necesitó una restauración interior muy profunda.
El cierre de Happy Parc supondrá la desaparición de un equipamiento característico y emblemático arraigado en la ciudad y en el barrio de Sants, tanto por su dedicación a los niños como por la singularidad del edificio que ocupa. En estos casi 25 años miles de niños han disfrutado de sus instalaciones y ha pasado miles de escuelas y centros de verano.