La autopsia encargada por la familia de George Floyd, el afroamericano muerto durante una detención policial el pasado 25 de mayo en Mineápolis (Estados Unidos), concluye que el hombre, de 46 años de edad, murió de asfixia en el lugar de la detención.
Esta afirmación contradice la versión policial y se basa en una autopsia privada realizada a petición de la familia. La asfixia, según esta fuente, fue provocada por una compresión continuada del cuello y la espalda que provocó una falta de riego sanguíneo en el cerebro, según ha explicado en rueda de prensa un abogado de la familia, Ben Crump.
La doctora Allecia Wilson, responsable de esta nueva autopsia describe como "homicidio" las formas de la muerte de Floyd. Crump ha subrayado que Floyd estaba "muerto en el lugar" de la detención.
"La ambulancia fue su coche fúnebre", ha afirmado Crump. "Los policías fueron los causantes de la muerte", ha insistido otro abogado de la familia Antonio Romanucci, en que ha denunciado "errores graves y sistémicos en la Policía de Mineapolis".
Crump ha pedido, además, la detención de todos los policías implicados en la detención que provocó la muerte de Floyd y a los cuales se acuse de asesinato en primer grado al agente Derek Chauvin, quién presionó con la rodilla el cuello de Floyd durante casi nueve minutos, según el vídeo de los hechos publicado en las redes sociales.
Floyd consiguió decir antes de perder el conocimiento la frase "no puedo respirar", convertida ahora en un símbolo de las protestas.
El forense del condado de Hennepin no encontró "ningún indicio físico que dé apoyo a un diagnóstico de asfixia traumática ni estrangulamiento", según el pliegue de cargos publicado por la Fiscalía del mismo condado después del arresto de Chauvin.
Manifestaciones en todo el país
Miles de personas se han manifestado en todo el país después de la muerte de Floyd, después de ser reducido con una rodilla en el cuello por Chauvin, un agente de raza blanca que ya está detenido e imputado por homicidio en tercer grado.