El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha defendido que se vendieron menos entradas de las que preveían en las competiciones de los Juegos Mediterráneos pero que la asistencia media a los estadios fue superior a la de las últimas dos ediciones del acontecimiento, en Mersin (Turquía) y Pescara (Italia).
Casi dos semanas después de la clausura de los Juegos, el alcalde ha explicado que todavía no tienen los datos sobre las entradas y asistencia cerradas, a la espera de que la empresa Ticketmaster, encargada de la venta, haga la liquidación correspondiente. "Estamos por debajo de la previsión, pero ya lo sabíamos, porque la previsión era llenar al 100% los estadios y no se llenaron", ha reconocido Ballesteros, que hace un buen balance de los Juegos, que "los comités internacionales calificaron excelentes".
Ballesteros, que no ha sabido concretar el porcentaje de ocupación en los estadios de los Juegos, y tampoco el de las dos ediciones anteriores que el acontecimiento deportivo en Tarragona habría superado, ha explicado que se quieren dar las cifras cuando ya estén "cerradas" y no las provisionales.
"Aunque se ha visto algún estadio vacío, en las semifinales y finales se vieron más instalaciones llenas, sobre todo en atletismo y natación, donde había atletas de nivel". Sin embargo, ha reconocido que en los Juegos no están presentes figuras de renombre "como Roger Federer o Rafa Nadal", y que los deportistas "tienen buen nivel pero menor", y que eso hace que la capacidad de atracción se vea limitada. Aparte, ha recordado que había otras disciplinas de menor seguimiento, como la petanca o tiro con arco, que difícilmente acarrean grandes cifras de público.
Sobre las críticas de la oposición, prácticamente unánimes, el alcalde de Tarragona ha dicho que "tienen que hacer su papel" y que lo respeta. Con todo, ha explicado que "no responde a la realidad objetiva de quien nos ha evaluado, que son los que entienden, y han dicho que han sido unos Juegos excelentes". En este sentido, ha subrayado que el acontecimiento ha sido de éxito teniendo en cuenta "los recursos que" hemos "tenido", con "la mitad del presupuesto operativo que tuvo Almería, 13 años después."
Con todo, Ballesteros cree que los Juegos Mediterráneos dejarán un buen legado en la ciudad y mantiene que todavía ahora no se puede evaluar y que falta distancia en el tiempo. En esta línea, ha recordado que en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, "hubo autobuses que no llegaron a las sedes, otras sedes que abrieron más tarde", y que "todo eso pasó como anécdota" y en Tarragona "se ha intentado elevar a categoría". "Hubo cinco errores", ha defendido.