Casi toda la prensa de Madrid presenta como una guerra de banderas la manifestación contra el terrorismo y por la convivencia de este sábado en Barcelona. Pero no acaban de explicar es que los repartidores de banderas españolas se vieron obligados a abandonar muy buena parte de su género cuando la manifestación acabó. Miles de rojigualdas de plástico quedaron sin repartir. Las redes sociales se encargaron de hacer esa crónica: