La desobediencia del exdiputado de la CUP Antonio Baños en el juicio del procés pasó hoy por los juzgados de Madrid. Baños afronta la acusación por negarse a responder las preguntas de las acusaciones durante el juicio en el Tribunal Supremo. Esta mañana ha declarado como acusado y a la salida ha dicho ante los medios que "seguramente acabaremos yendo a juicio". Un juicio que compartirá con Eulàlia Reguant, que también se negó a declarar y que está acusada por los mismos hechos.
La vista se ha hecho en el juzgado de instrucción número 10 de Madrid, pero Antonio Baños ha declarado por videoconferencia desde Barcelona. De hecho, se tenía que hacer en el mes de marzo, pero cayó en medio del estado de alarma decretado por la pandemia de la Covid-19 y se tuvo que posponer. Baños y Eulàlia Reguant están acusados de un delito de desobediencia porque se negaron a contestar a las acusaciones del juicio del procés. Su condición de testigos les obligaba a responder, a diferencia de los acusados que se pueden acoger a su derecho a no declarar.
"El juicio es importante para marcar un límite y demostrar que el fascismo no puede entrar en ninguna institución, la jurídica tampoco, y lo tenemos que combatir desde el principio", ha dicho Baños a la salida de la vista que se ha hecho a puerta cerrada.
Baños se negó a responder a las preguntas de la acusación popular, representada por Vox en el juicio por el referéndum del 1-O, a pesar de la insistencia, y las explicaciones, del presidente de la sala, Manuel Marchena.
Por los mismos hechos, también Eulàlia Reguant tuvo que afrontar un juicio el 25 de febrero.
Tanto Baños como Reguant tuvieron que pagar una multa de 2.500 euros cada uno por negarse a declarar, en su condición de testigos, impuesta por el Tribunal Supremo.
"Desde el primer momento teníamos claro que la presencia de Vox en el juicio del Tribunal Supremo no era una anécdota. Formaba parte de esta connivencia que ha existido siempre en el estado español por no haber depurado el sistema judicial", ha dicho Eulàlia Reguant a la salida de la Ciutat de la Justícia, donde ha ido para acompañar a Antonio Baños en su declaración como acusado. "Ante un juicio que ya de por si era una farsa y no habia de haber existido, con la presencia de la extrema derecha había que decir que no contestábamos, que nos acogíamos al derecho a la objeción de conciencia," ha insistido Reguant.