El bar de Pablo Iglesias, ubicado en el madrileño barrio de Lavapiés abrió sus puertas el pasado martes, 19 de marzo. Solo cinco días después de su apertura, el local se ha visto obligado a cerrar debido a un incidente. Todos aquellos que se acercaron este domingo por la mañana al local del exlíder de Podemos se encontraron con la sorpresa de que la persiana estaba bajada. ¿El motivo? Según han explicado ellos mismos con un cartel en la puerta, es una avería en la tubería del agua. "Cerrada por avería en la tubería de agua. Disculpen las molestias. Muchas gracias".
A través de las redes sociales, la taberna ha explicado que están reparando un problema y en tono irónico han añadido que "para proveernos de cerveza, que habéis vuelto a agotar". Con todo, para tranquilizar al personal, han asegurado que el lunes volverán a abrir las puertas.
Cancelación de reservas
El problema con la cañería de este domingo no ha sido el único contratiempo al que se ha enfrentado la taberna Garibaldi desde el día de la inauguración. Al día siguiente de su apertura se tuvieron que cancelar todas las reservas porque les habían fallado los proveedores y no pudieron contar con muchos de los productos imprescindibles para los platos de su carta. De hecho, no pudieron servir ningún plato, entre los que incluyen salmorejo, espaguetis, o incluso platos veganos bajo el título 'No me llame Ternera', en referencia a la entrevista de Jordi Évole al antiguo dirigente de ETA, Josu Urritikoetxea. Así pues, tuvieron que sacar adelante la jornada con las cervezas, a tres euros, y aperitivos como nachos, queso, pinchos de tortilla o frutos secos.
Otro problema que tuvieron que solucionar de forma exprés se dio solo un día antes de la apertura. En la fachada del bar aparecieron unas pintadas amenazadoras que exigían la retirada del cóctel bautizado como 'Durruti Dry Martini', en referencia a José Buenaventura Durruti, uno de los referentes del anarquismo español. El mensaje era claro: "Exvicepresidente, exigimos la retirada inmediata del cóctel Durruti Dry Martini o el proletariado anarquista pasará a la acción". La amenaza está firmada por "los amigos de Durruti".
La carta de la taberna Garibaldi
La inauguración oficial de la Taberna Garibaldi fue el pasado martes y tal como el propio Iglesias ha explicado, es un local "para 'rojos'". Situado a diez minutos de la Puerta del Sol, el bar ofrece comida local, bebidas y también acontecimientos culturales, e incluso conciertos acústicos. Pablo Iglesias no ha decidido embarcarse solo en esta aventura. Son socios de este proyecto el poeta Sebastián Fiorilli y el cantautor Carlos Ávila.
Uno de los puntos fuertes del local es su carta, que está llena de cócteles y comida que son todo un guiño a figuras y símbolos de la izquierda española e internacional. La de comida incluye, entre otros platos, un 'Salmorejo partisano', unas enchiladas 'Viva Zapata', y unas carrilleras "Brigada Garibaldi". El menú también incluye platos veganos bajo el nombre 'No me llame Ternera', que coincide con el título del documental sobre el miembro de ETA Josu Urritikoetxea. Los nombres de los cócteles que ofrecerá el bar son todo un homenaje a la izquierda revolucionaria, desde un 'Fiel Mojito' hasta un 'Ché Daiquiri' o un 'Mandela Zulú', pasando por el 'Gramsci Negroni', un 'Durruti Dry Martini' o el 'Pasionaria Puerto de Valencia', son algunas de las bebidas que se podrán disfrutar en la taberna de Pablo Iglesias.