Cuando todavía no se ha hecho efectivo el acuerdo que evita el juicio por el caso Neymar, el equipo jurídico del Barça ha comparecido hoy para explicar que el club admite la culpabilidad de dos delitos fiscales en el fichaje de Neymar sólo para evitar un "juicio de riesgo" y un daño mayor, tanto con respecto a la multa millonaria que hubiera tenido que pagar, como por el juicio mediático de ver en el banquillo de los acusados al presidente, Josep Mª Bartomeu, y al ex presidente Sandro Rosell.
Para llegar a un acuerdo de conformidad, que es lo que ha pasado en el caso Neymar, hace falta que se acepte la culpabilidad a cambio de una pena menor que la que podría provocar un juicio. En este caso, sin embargo, sólo ha aceptado la culpabilidad el Barça. Además, el acuerdo ha ido más allá y ha conseguido que tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado retiraran la acusación contra los dos presidentes investigados. Un hecho extraordinario y que pocas veces sucede, tal como ha admitido el mismo abogado Cristóbal Martell en la comparecencia que se ha hecho este miércoles en el club con toda la prensa deportiva.
Martell ha detallado todo el caso y todas las negociaciones que se han llevado a cabo y ha expuesto como ha conseguido retirar de la causa a Rosell i Bartomeu. La habilidad de uno de los mejores abogados penalistas de Barcelona, con una cartera repleta de casos complejos -es el abogado de la familia Pujol-, ha conseguido que ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado hayan acusado a Bartomeu y a Rosell. La clave, hacerlos víctimas de las "cabezas pensantes del Barça" que no hicieron bien las declaraciones los años 2011, 2013 y 2014. La negociación ha pasado por hacer ver a las acusaciones que Rosell y Bartomeu estaban en manos de su equipo, que la gestión del fichaje "no es un delito penal", sino una "cuestión técnica" y que se llegó al acuerdo "que las conclusiones interpretativas de la norma tributaria eran razonables".
Según Martell, los presidentes no cometieron ningún delito fiscal. En cambio, en el acuerdo el Barça admite su culpabilidad.
Hasta tres veces El Nacional ha preguntado a Martell por qué el Barça aceptaba la culpabilidad de un delito fiscal que supuestamente no se ha cometido, y que ha servido para evitar las acusaciones de Rosell y Bartomeu, según ha argumentado el mismo abogado. Haciendo gala de su "semántica depurada", que el mismo abogado ha advertido al empezar que utilizaría, ha acabado respondiendo de que lo que ha admitido el Barça ha sido una infracción tributaria.
El FC Barcelona regularizó la declaración del 2014 y presentó dos complementarias para el 2011 y 2013, lo que puso al día con Hacienda y permitió la exculpación de Bartomeu y Rosell.
La estrategia de la defensa ha pasado por presentar al Barça como una empresa y en negar que haya hecho ningún negocio simulado, sino que simplemente hubo errores en la gestión tributaría. Y eso ha servido para exculpar a las caras visibles del club, pero no para evitar que alguien pague por la infracción a Hacienda. Consideran que el acuerdo es "un mal menor" para el Barça porque paga 5 millones de euros ante una multa que hubiera podido multiplicarse por el 600%, según prevé la ley.
Martell sí que ha admitido que "es lamentable porque se trata del Barça, cargado de sentimientos". "No es exactamente una empresa pero tenía que tratarlo como una empresa y plantarnos". "Fue un cálculo de daños", explica el abogado que en este sentido indica que han sido los menos posibles para el club.
"Eso no ha sido un mercadeo"
La comparecencia con Cristobal Martell y Roman Gómez Puntí, jefe de servicios jurídicos del club, ha querido ser una muestra de "máxima transparencia". Gómez Puntí ha incidido en el hecho de que "no ha sido fácil adoptar un acuerdo donde la institución queda condenada" y ha asegurado que "no queremos esconder nada y no queremos dar gato por liebre".
Mucha insistencia también, por parte de los abogados, en que las conformidades judiciales existen, son acuerdos habituales y que en ningún caso habido "un compadreo".
El jefe de los servicios jurídicos se ha referido al acuerdo en términos futbolísticos: "No tenemos ahora mismo ganas de celebrar ningún triunfo" y ha aceptado que la condena del Barça "es la menos mala de las soluciones".