Mañana de huelgas, manifestaciones y marchas lentas por Barcelona en un clima que recuerda a los convulsos años de antes de la pandemia, un signo que todo vuelve a la normalidad, a la complicada normalidad. Hace diez días que los transportistas están parados, y si bien el gobierno español asegura que no se notan los efectos, muchas empresas ya han empezado a decir públicamente que los problemas de suministro están complicando, y mucho, la continuidad de la producción. Los transportistas, que tienen piquetes activos en Mercabarna y también en las entradas en el Port de Barcelona, han cortado durante un par de horas la ronda Litoral, en una caminata entre la salida 14 y la salida 17. Los paros de circulación se repetirán mañana y viernes, han explicado a los organizadores a ElNacional.cat.
Hoy también han parado los taxistas, que han hecho una marcha lenta desde el aeropuerto de El Prat hasta delante del Parlament de Catalunya, avisando de que si no reciben ayudas por parte de los políticos, volverán a paralizar el servicio en Barcelona y no se acoquinarán si tienen que colapsar la Gran Vía, como la gran huelga de 2018. Delante del Parque de la Ciutadella las protestas de los taxistas han convergido con una manifestación convocada por sindicatos de estudiantes y profesores, que están en huelga, este miércoles, contra la cuota del 25% de castellano en las aulas catalanas.
Los transportistas explotan: "Trabajamos a pérdidas"
Ya hace diez días que los transportistas tienen convocado un paro, que secundan, sobre todo, los camioneros autónomos, que empieza a poner en riesgo el suministro en algunas empresas que esperan mercancías para evitar así tener que cerrar puertas. Desde primera hora de la mañana, a la salida de la terminal de trenes del Port de Barcelona, de donde llegan y salen los contenedores, un grupo de piquetes informaba a los camioneros del paro. Entre ellos, Jose Antonio, un hombre de unos 50 años, vecino de Castelldefels, que ha decidido sumarse a la huelga para intentar girar la tortilla.
Asegura que, con la subida del combustible y los incumplimientos de los acuerdos sobre los costes del transporte por carretera, ahora mismo muchos conductores autónomos trabajan a pérdidas. "Me sale más a cuenta estar aquí protestando que trabajando, al menos no pierdo dinero", ha asegurado. "Al final tendrán que hacernos caso, escuchar a los camioneros que hemos parado el Port de Barcelona, ni que la ministra diga que somos una minoría", ha insistido. Y pone como ejemplo que algunas empresas, como ayer anunciaba Danone, ya han avisado de que en 24 horas detendrán la producción si no reciben material.
A pocos días del colapso, avisan los transportistas
"Ni somos ultraderecha, ni somos violentos", asegura, recordando las acusaciones que han recibido los últimos días por parte de la ministra Raquel Sánchez, que ha utilizado este adjetivo en las últimas horas, asegura Jose Antonio, "para criminalizar el movimiento y evitar tener que hablar con nosotros". Las plataformas que han iniciado este paro no son los sindicatos mayoritarios y eso hace que el Gobierno no quiera reunirse con ellos, enquistándose todavía más la protesta.
Lo que en un día normal sería un ir y venir de camiones para cargar y descargar en esta terminal de transporte ferroviario del Port de Barcelona hoy parecía desierta, y las operaciones han caído un 80%, aseguran los sindicatos, y confirman fuentes oficiales de la patronal del transporte. En Catalunya, sin embargo, el seguimiento todavía no llega a lo que se está haciendo en otros puntos del estado español, donde los problemas de distribución y suministro ya empiezan a notarse de manera preocupante.
La presión, asegura este camionero en huelga, que si el paro llega al lunes que viene, que ya se cumplirán 15 días de protestas, la situación se complicará y el gobierno de Pedro Sánchez no tendrá ninguna alternativa más que sentarse y negociar con los transportistas "que mueven España". Hoy los transportistas han cortado la ronda Litoral entre la salida 14 y salida 17 durante casi dos horas, con una marcha a pie. Los organizadores de las protestas en Catalunya ya han avisado de que mañana y viernes volverán a cortar esta vía de entrada en la ciudad de Barcelona a los mismos puntos.
Los taxistas de Barcelona reclaman ayudas para evitar subir tarifas
Unos 500 taxis han salido esta mañana del aeropuerto de El Prat para hacer una marcha lenta que ha acabado delante del parque de la Ciutadella. Los taxistas de Barcelona piden ayudas como las aprobadas por la pandemia para hacer frente a la subida desmesurada del precio de la gasolina y evitar, así, tener que repercutir este coste a las tarifas de los clientes.
El líder de Élite Taxi, el mediático Tito Álvarez, ha explicado antes de iniciar la marca que el sector ya no puede más y que ha caído la facturación, según él, un 50% con respecto al año 2019 y ha subido un 60% los costes en el último año. "Todo sube y las tarifas solamente se han incrementado un 2,8%. Si no las quieren volver a subir para no repercutirlo a los consumidores, nos tendrán que dar ayudas directas", ha apuntado Álvarez, ya ante el Parlament, donde se han reunido, sin avances, con los portavoces de los grupos parlamentarios.
El portavoz Tito Álvarez, en el aeropuerto de El Prat / Foto: Carlos Baglietto
Los taxistas vuelven a prepararse para un gran paro como el del año 2018, cuando colapsaron durante días la Gran Via. Por Tito Álvarez ya se habría parado el servicio y se habría acampado en el centro de la ciudad, asegura, pero espera que los políticos muevan ficha y traer esta drástica medida a la asamblea de su asociación, que hoy, ante el Parlament, ha vuelto a demostrar fuerza con una marcha lenta de unos 500 vehículos. Durante casi tres horas han cortado el centro de la ciudad con una marcha lenta que ha cruzado la Gran Via, paseo de Sant Joan y paseo de Lluís Companys, hasta llegar delante del parque de la Ciutadella.
Más de 7.500 personas se han manifestado por el catalán por Barcelona / Foto: Sergi Alcàzar
Los estudiantes también colapsan el centro de Barcelona
Cuando los taxistas han llegado ante el Parlament se han cruzado con una manifestación, de más de 7.500 personas, que protestaba, también cortando el centro de la capital de Catalunya, por la cuota del 25% del castellano en las aulas catalanas. Convocados por varios sindicatos de profesores y estudiantes, hoy la enseñanza catalana está en huelga, con un significado seguimiento, para protestar por la imposición de esta cuota de castellano en las escuelas de Catalunya. La manifestación, que ha arrancado en la plaza de Urquinaona, ha acabado delante del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, donde se han hecho lanzamientos de pintura contra el edificio y la policía.
Por la tarde está prevista una nueva manifestación de los sindicatos contra el encarecimiento de los servicios básicos y también una concentración contra la decisión de Pedro Sánchez de cambiar la postura diplomática española sobre el conflicto en el Sáhara. Barcelona, ciudad de huelgas y manifestaciones.