El conseller de Acción Climática, David Mascort, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se han reunido este lunes para abordar la crítica situación que atraviesa Catalunya con respecto al agua. Precisamente, el jueves pasado se decretó la emergencia por sequía para seis millones de catalanes, ubicados al sistema del Ter-Llobregat, que incluye el área metropolitana de Barcelona. Sobre la mesa, varios puntos al orden del día para avanzar en la búsqueda de soluciones. Y uno de los acuerdos implica de forma directa el País Valenciano: el objetivo es abastecer la región metropolitana con agua proveniente directamente de la desalinizadora de Sagunt. Así, se busca evitar un trasvase del Ebro hacia Barcelona, una opción frontalmente rechazada por el territorio ebrense.
La planta, ubicada en el norte de la provincia de Valencia, puede producir anualmente 8 hm³ de agua, pero está operando al 10% de su capacidad. En caso de ampliar considerablemente esta capacidad en los próximos meses, y siempre que durante este tiempo no haya lluvias abundantes que permitan descartarlo, al principio de verano se empezará a traer agua de la desalinizadora de Sagunt hacia tierras catalanas. Los puertos de Barcelona y de Tarragona estarán preparados para soportar la descarga diaria de barcos, que podría comportar hasta un total de 20.000 m³ al día, según han informado el conseller y la ministra en rueda de prensa. El coste de producción del agua desalada lo asumirá el Estado, mientras que el transporte en barco y la descarga irá a cargo del Govern.
Teresa Ribera ha asegurado que esta es la solución "más sencilla y viable". "Tenemos semanas en frente para garantizar que al inicio del verano esté disponible", ha añadido. El Estado ya ha informado al gobierno del País Valencià, del PP, y al Ayuntamiento de Sagunt, del PSOE, sobre esta decisión. Además, ha destacado que la operación no supondrá ningún perjuicio para los vecinos del municipio valenciano porque no se proveen de agua por esta planta. Por su parte, David Mascort ha destacado que este acuerdo era "imprescindible", y ha hecho un llamamiento a "trabajar conjuntamente" entre administraciones para desencallar las soluciones.
Sin trasvase del Ebro
Tanto el conseller como la ministra han destacado que, de esta manera, se evitará traspasar agua desde el río Ebro. Mascort ha sido tajante, subrayando nuevamente que la solución la Generalitat "a medio plazo" es "ningún trasvase del Ebro", ya que la operación de Sagunt, sumada a los otros proyectos sobre la mesa, servirán para abastecer bastante Barcelona. Mientras tanto, Ribera ha reiterado que con el agua de la desalinizadora valenciana no habrá que plantearse "otros escenarios hipotéticos", como podría ser el trasvase del Ebro.
Acelerar las desalinizadoras de Tordera y Foix
Por otro lado, también se ha anunciado un acuerdo para acelerar la ampliación de la desalinizadora de Tordera y la construcción de la de Foix. La operación tendrá un coste de casi 500 millones de euros, y permitirá terminarlas, respectivamente, en 2028 y en 2029 (en el caso de Foix, cuatro años antes de lo que estaba previsto). La financiación de ambas plantas se hará a través de los Fondos Europeos, en concepto de crédito del Estado español en la Generalitat, mientras que el coste total acabará repercutiendo en la factura del agua. La construcción tendría que empezar en 2025, una vez se liciten las obras, mientras que se encargará del proceso Acuamed, empresa pública del Estado, porque es la solución "más ágil y diligente" para acelerar las obras.