La Plataforma en defensa del Ebro ha convocado la ciudadanía a manifestarse el próximo 5 de junio en Barcelona en defensa del río después de la asamblea general celebrada anoche, la primera después de la gran movilización en Amposta del 7 de febrero contra el Pla de Conca.
Con la asamblea de ayer en Tortosa, el movimiento antitrasvase pone en marcha los motores para continuar la presión ciudadana contra un plan que confía en que Europa obligue a modificar. El encuentro también sirvió para celebrar que el Tribunal Supremo haya admitido a trámite el recurso contencioso administrativo contra el plan que presentó la plataforma con el apoyo de 21 administraciones locales de las Tierras del Ebro.
La denuncia aspira a derogar la ley que el Consejo de Ministros aprobó en enero, que establece unos caudales ecológicos insuficientes. "El Plan Hidrológico ha sido impuesto de una manera oscura, en funciones, y tiene un futuro muy negro, con muchas posibilidades de ser totalmente anulado en el ámbito judicial español y europeo", auguró el portavoz de la Plataforma, Manolo Tomàs
La voluntad de la PDE es que la movilización en Barcelona muestre el rechazo de la sociedad en el Pla de Conca antes de presentar a la Comisión Europea, también en junio, la queja que están preparando de la mano de científicos y técnicos de la Universidad Rovira i Virgili. "Es importante que antes de que presentemos la queja en el ámbito europeo se vea una gran manifestación ciudadana, tal como hicimos en Amposta, para que se vea que detrás de la queja hay toda una sociedad civil", explicó el portavoz de la PDE, para quien hace falta que la sociedad catalana se vuelque y reciba a los ciudadanos de las Tierras del Ebro como una "demostración de la fuerza" de aquel territorio.
En el ámbito europeo, los portavoces de la PDE explicaron que han recibido una carta del Comité de Peticiones que reconoce el trabajo hecho por la entidad, cosa que les anima a continuar. "Quiere decir que no tenemos que rebajar a la guardia", afirmó Tomàs, que insistió en el hecho de que es clave que detrás de argumentos "muy sólidos" haya "no sólo técnicos, sino una sociedad transversal movilizada".