Mallorca es uno de los destinos preferidos para visitar durante todo el año, y no es de extrañar: calas de agua cristalina, senderos únicos y cuevas que parecen salidas de un cuento. Pero más allá de las joyas naturales que tanto caracterizan la isla, su capital, la ciudad de Palma, esconde diferentes barrios con identidad propia y ritmos variados donde conviven el pasado y el presente a través de sus edificios únicos, los monumentos y las calles que se mezclan con la modernidad y el ambiente más cosmopolita.

Si tienes pensado viajar a la isla más grande de las Baleares, no hace falta que esperes a los meses más calurosos del año. Siempre es buen momento para desconectar y hacer una visita rápida a los cinco barrios más singulares de Palma.

Santa Catalina, el barrio más bohemio

Las calles de Santa Catalina conservan todavía el espíritu de un antiguo barrio de pescadores con las tradicionales casas de colores que vemos en las postales. Aquí se ubica el mercado más antiguo de la ciudad donde se vende no solo el mejor pescado fresco del día, sino también una amplia gama de productos gourmet.

Barrio de Santa Catalina, en Palma / Isabel Ensenat Nicolau

Hoy en día, este barrio tan pintoresco se ha convertido en un conjunto de calles bohemias con una gran oferta de gastronomía y restauración y, además, una animada vida nocturna que te hará disfrutar de noches únicas.

La Lonja, un barrio con vida propia

Junto a la catedral, este barrio alberga el famoso edificio gótico del cual recibe el nombre, pero esconde también otros edificios y elegantes palacetes que, hoy en día, han tenido una transformación de 180 grados hasta reconvertirse en hoteles boutique. La Lonja cuenta, asimismo, con una gran vida nocturna gracias a las inacabables opciones de bares, restaurantes y clubs.

Imagen nocturna del barrio de La Lonja / Leonardo Serrat

Sa Calatrava, historia de Palma

Ubicado en pleno casco antiguo, justo detrás de la catedral, encontramos un barrio que se forma entre las calles empedradas y que está lleno de iglesias, palacetes, casas y patios singulares que se pueden visitar. Uno de los edificios más icónicos de esta área es el Palacio Real de la Almudaina, una fortaleza musulmana del siglo X que posteriormente fue reconstruida con un estilo gótico, así como los Baños Árabes, el Museo de Arte Contemporáneo o Es Baluard, un museo de arte contemporáneo

Vista del barrio de Sa Calatrava / Elena Campos Calvo

El barrio judío, historia medieval

Palma fue una ciudad medieval muy importante, y como no podía ser de otra manera, contaba con su propio barrio judío. Conocido como "Call Maior", conformaba una especie de ciudad independiente, amurallada y con entradas propias en su interior. Es en este barrio donde podemos encontrar el Centro Maimó Ben Faraig, que nos permite conocer más sobre la historia medieval judía de la Palma del siglo XIV, y que este mes de octubre ha ampliado su uso como centro de interpretación de la cultura judía, y que cuenta con una oficina de información turística.

Por otra parte, otra de las visitas obligatorias es la iglesia de Monti-sion, edificada sobre la sinagoga mayor original y donde todavía se puede observar, entre las ranuras de las piedras de la base de la sinagoga original, pequeños trozos de papel que contienen deseos.

Imagen del barrio judío de Palma / VisitPalma

Portitxol, un barrio en la orilla del mar

Acabamos con Portitxol, un barrio que se sitúa a las afueras de la capital balear, pero que está perfectamente conectado con el centro. A lo largo del paseo marítimo de Portitxol encontramos todo tipo de restaurantes, tabernas y bares.

En definitiva, se trata de un barrio de moda donde el alma más cosmopolita convive con algunas de las cabañas originales de los pescadores que todavía se mantienen y que nos permiten conocer un poco más sobre la historia de este barrio en la orilla del mediterráneo.

Vista nocturna desde el barrio del Portitxol / Fay Mitchell

Imagen principal: Palma / Unsplash