Las competencias son claras pero no exclusivas. Este agujero permite a la Guardia Civil y a los Mossos d'Esquadra competir para controlar la costa de Catalunya, en una pugna más política que operativa. Las competencias en la investigación de delitos penales, hoy por hoy, están encargadas a la Guardia Civil, pero los Mossos d'Esquadra lo reclaman, mientras comparten, por ejemplo, las sanciones administrativas y la protección del Medio Ambiente.
La carrera del mar hace tiempo que está en marcha y hoy el Instituto Armado ha dado un paso más en la escalada, inaugurando la nueva base del Servicio Marítimo, en el muelle de Cantabria del Puerto de Tarragona, en un acto de primer nivel con la delegada del Gobierno en Catalunya, Maria Eugènia Gay, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz, uno de los segundos del ministro Grande-Marlaska.
La presentación de las nuevas instalaciones de la Guardia Civil se ha hecho pocos días antes de que los Mossos d'Esquadra reciban dos embarcaciones más, réplicas de la Cap de Creus, que se presentó este verano en el Port de la Selva (Girona), y que darán servicio a las bases de la Unidad de Policía Marítima de Mossos de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y de la Ametlla de Mar (Tarragona). El objetivo de la dirección policial y política de Mossos, tal como han explicado el jefe del cuerpo, el comisario Josep Maria Estela, y el mismo conseller, Joan Ignasi Elena, es seguir con el despliegue ya alcanzado en tierra, para ir ganando más espacio, como el digital, el aéreo y el mar, para convertirse en una policía "integral y nacional".
La Guardia Civil saca pecho y se olvida de los Mossos
En esta pugna por la competencia al mar, como en todas las batallas que se tienen que ganar más en el despacho y entre altos cargos, se ha optado por dotar de material los dos cuerpos y también se ha buscado ganar el relato de la importancia de la Guardia Civil al mar, un servicio, aseguran, en marcha en Tarragona desde 1997 -desde 1991 que el Instituto Armado hace funciones de policía judicial el mar en España.
La delegada del Gobierno ha destacado los 6.600 controles, las 1.100 inspecciones y registros de embarcaciones y más de una cuarentena de rescates que han hecho en la zona de Tarragona los efectivos del Servicio Marítimo de la Guàrdia Civil. Maria Eugènia Gay ha destacado la colaboración con el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad con quien comparten competencia en el mar, "Salvamento Marítimo, Marina Mercante, Aduanas, Medio Ambiente, Pesca y la Armada", y sin nombrar a los Mossos d'Esquadra.
El gesto de hoy en Tarragona se ha entendido como un mensaje para calmar a las agrupaciones para-sindicales de la Guardia Civil que hace tiempo que denuncian que el Ministerio está retrocediendo a Catalunya y que quieren pactar con el departamento de Interior la retirada de los efectivos marítimos y Seprona para dejar paso, cediendo la competencia, a la Policía Marítima de los Mossos d'Esquadra y a los Agents Rurals.
El Congreso de los Diputados evitó "blindar", el pasado mes de noviembre, la competencia solamente a la Guardia Civil, un gesto que los partidos de la derecha española y organizaciones de la Guardia Civil utilizaron para atacar al ministro Fernando Grande-Marlaska. El origen del enfrentamiento se remonta en 2019, cuando la Comisión Nacional de Policía Judicial dictaminó que las investigaciones penales las tenía que asumir, en aguas marítimas, la Guardia Civil, dejando a los Mossos las competencias administrativas.
Representación de Mossos de bajo perfil
La policía catalana ha enviado a la presentación de esta nueva base de la Guardia Civil el jefe de la región policial de Tarragona, Vicenç Lleonart, y se ha evitado la presencia al acto de ningún otro representante de la Prefectura o de la dirección política de los Mossos d'Esquadra.
Las tres bases de los Mossos d'Esquadra
Paralelamente, los Mossos d'Esquadra se siguen musculando con el fin de presentar batalla al mar y asumir competencias que ahora mismo las ejecuta, si bien pueden ser compartidas, la Guardia Civil. En pocos días la Unidad de Policía Marítima de Mossos, que depende de la Comisaría General de Movilidad, recibirá dos nuevas embarcaciones que serán las que darán servicio, a la campaña de verano que viene, en las bases de Vilanova i la Geltrú, en la costa central, y de la Ametlla de Mar, en las Tierras del Ebro.
La Cap de Creus y las otras dos embarcaciones, que todavía no están bautizadas, disponen de una eslora total de 12,83 metros y un calado máximo inferior a 0,69 metros, cabinada (máxima visibilidad en todas las direcciones desde el interior) y con propulsión con motores fuera de borda de gasolina. Estas embarcaciones se añaden a las dos ya existentes que han estado ofreciendo servicio los últimos meses: la Neptuno II y la Thalassa. La primera es una embarcación de casco rígido, de 6,5 metros de eslora y equipada como elemento de propulsión de 2 motores de 200cv cada uno (400 CV).