Brasil ha estado a punto de bloquear el acuerdo principal de la cumbre del clima de Madrid al negarse a reconocer inicialmente el papel que los océanos y el uso de la tierra desempeñan en el cambio climático.
La presidenta de la cumbre, la ministra chilena Carolina Schmidt, ha sometido esta mañana a votación el acuerdo político y principal de la Conferencia y, de hecho, había llegado a darlo por aprobado con el tradicional "mazazo".
Pero segundos después, los representantes de varias delegaciones pidieron la palabra para mostrar algunas objeciones; Suiza lo hizo por no haber conocido con antelación el acuerdo; y Egipto y Malasia expresaron las dificultades para acceder a esos documentos en la web de la Convención.
Y posteriormente, Brasil tomó la palabra para expresar sus reticencias a aprobar un texto en el que se incluían referencias expresas en dos párrafos (los 30 y 31 del Acuerdo) al papel de los océanos y del uso de la tierra (plasmado en varios informes científicos durante los últimos meses) en el clima global.
La intervención del representante brasileño provocó una cascada de declaraciones de rechazo y de reivindicación de la importancia de los océanos y de la tierra en el clima.
Intervinieron contra la propuesta de Brasil de eliminar esos párrafos los representantes de Indonesia, Costa Rica, Tuvalu, Belice, Australia, Nueva Zelanda, Islas Marshall, la UE, Egipto, Canadá, Argentina, Bután, Suiza o Rusia, quienes pidieron a la delegación brasileña que renunciara a esa petición para no bloquear el acuerdo.
Entre los países que tomaron la palabra para defender ese papel de los océanos y de la tierra figuró España, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, incidió en la relevancia de mantener esos párrafos y el mensaje al mundo de la importancia que tienen los océanos.
La presidenta de la COP pidió en dos ocasiones a la delegación brasileña que no bloqueara el acuerdo con su posición; "se trata de algo muy importante y les agradecería que nos permitieran aprobar ese documento", aseveró.
En una primera intervención, el representante brasileño dijo que no podían aceptar esos párrafos porque "socavan" el equilibrio del resto del texto, que su juicio es "muy valioso".
Pero ante la insistencia de la presidenta chilena, Brasil cambió de actitud y comunicó formalmente que aceptaba el Acuerdo en su integridad, lo que fue recibido por un aplauso en el plenario.
Antes de su intervención, el representante de Tuvalu había hecho una muy sentida intervención al recordar que ésta quería ser la "COP Azul" o "cumbre de los océanos" y que incluir estas referencias era una muestra de respeto hacia la Presidencia chilena.
Llamó también la atención la intervención del representante de Suiza, quien tras observar que su país no tiene litoral oceánico, sí observó que esos dos párrafos debían figurar en el Acuerdo.