Las lluvias de las últimas semanas no han revertido la situación de sequía extrema que hay en todo el país y que lleva más de tres años prolongándose, convirtiendo las campañas de verano de los Bombers de la Generalitat contra los incendios en mucho más largas y mucho más complicadas. Si bien la situación ha mejorado respecto a las previsiones que se habían hecho al inicio de 2024, los pronósticos que se esperan para estos meses de máxima calor en todo el país todavía no son buenos. La sequía hace que el fuego corra mucho más rápido, logrando una propagación de las llamas que no debería ser la habitual en un contexto normal, tampoco acelerado por el cambio climático.

Ahora mismo el riesgo es alto y especialmente preocupante en el sur del país, en las Terres de l'Ebre y en la parte baja del Camp de Tarragona. El incendio de esta semana en Tortosa, generado por una quema que se descontroló, es un claro ejemplo de esta fuerza que pueden tomar los incendios cuando avanzan por vegetación extremadamente seca.

Los cambios en el paisaje y el territorio de nuestro país también hacen que los incendios se comporten de manera diferente y las condiciones que antes solo se daban en verano ahora también se puedan generar antes. Desde el mes de marzo, por la situación de los bosques, un incendio de rayo ya es mucho más peligroso; antes, si estaba más húmedo, no tenía capacidad para propagarse. Ahora también las condiciones ya son propicias para quemar durante la noche, haciendo que este peligro, antes solo durante el verano, se prolongue durante más meses del año y no solo en días de fuerte viento o de temperaturas extremas.

La campaña de verano, que cada vez arranca antes y que ha obligado a hacer cambios que se tendrán que convertir en estructurales, se ha presentado hoy de manera oficial en el aeropuerto de Sabadell, donde ya se han puesto en marcha los medios de apoyo, materiales y personales, con más medios aéreos y más efectivos, con la presencia del consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, y de los jefes operativos de los Bombers de la Generalitat, el inspector David Borrell, y de los Agentes Rurales, el inspector Antoni Mur, entre otros mandos de los cuerpos operativos del departamento.

Más robustez de los Bombers con más medios y personal

Desde el departamento de Interior se ha querido dar más robustez a los Bombers para hacer frente a una campaña que nadie oculta que puede ser compleja y a la que también se pueden sumar fenómenos como los incendios de sexta generación, cuando las llamas se acoplan a la atmósfera y crean pirocúmulos, como el de esta semana en Tortosa, y que generan grandes carreras de las llamas, convirtiendo los incendios en una dimensión desconocida.

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El inspector jefe de los Bomberos, David Borrell, durante la presentación de la Campaña Forestal 2024 / GRS

Más de 5.000 personas forman la red de Bombers y Agentes Rurales y, en relación con la campaña forestal del año pasado, se han sumado 250 nuevos bomberos y 124 nuevos agentes rurales que también tendrán el apoyo extra, durante estos meses, de 471 personas en varias áreas operativas de los Bombers. Se contratarán 375 ayudantes de oficio forestal, 48 bomberos y 30 técnicos operadores de control para las salas de coordinación. Durante la campaña forestal se contará con la colaboración de 28 medios aéreos con base en Catalunya y 5 medios que pone a disposición el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) en caso de grandes incendios.

La campaña forestal de 2024 contará con varias bases de medios aéreos distribuidas por diferentes localizaciones. Los helicópteros de mando estarán operativos en el Parque de Bombers de Manresa, en el Parque de Bombers de Lleida, en el Hospital Josep Trueta de Girona, en el 112 de Reus, en el Aeropuerto de Sabadell y en el helipuerto Teresa Vilà d'Ullastrell. Los helicópteros bombarderos tendrán sus bases en el campo de aviación d'Ordis, en el Aeropuerto d'Alguaire, en el Aeropuerto Andorra-la Seu d'Urgell, en el Aeropuerto de Sabadell, en el campo de aviación de Sant Feliu de Buixalleu, en el aeródromo d'Igualada-Òdena, en el Parque de Bombers de Prades y en el Parque de Bombers de Horta de Sant Joan.

Los aviones de vigilancia y ataque se distribuirán entre el Aeropuerto de Sabadell, el Aeropuerto de Reus, el aeródromo de Igualada-Òdena, el Aeropuerto d'Alguaire y el aeródromo d'Empuriabrava. En cuanto a los helicópteros de rescate, estos estarán localizados en el Aeropuerto de Sabadell, en el Aeropuerto de Andorra-la Seu d'Urgell, en el helipuerto de Tírvia y en Olot. Además, los medios del MITECO (fuera de Catalunya) tendrán sus bases en el Aeropuerto de Zaragoza, el aeródromo de Son Bonet, el aeródromo de Pollença, la base de Daroca y la base de Huesca. La mayoría de los embalses de Catalunya ya están disponibles para poder recoger agua en caso de incendios, una situación que ha dado un giro radical desde que se comenzó a preparar esta campaña forestal. El conseller Elena también ha destacado que durante este último año se han sumado una treintena más de vehículos a Bombers y se ha renovado el 100% de la flota de los vehículos de los Agentes Rurales.

Más análisis para atacar los incendios con inteligencia

Aparte de la fuerza, sin embargo, los Bombers también han mejorado la capacidad de análisis frente a un incendio forestal. El Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) ha mejorado el modelo de seguimiento continuo del riesgo y la evolución de los incendios para proponer estrategias y maniobras de extinción, así como el refuerzo de personal, vehículos y medios aéreos. La información dinámica a lo largo de cada jornada permitirá prever cambios de comportamiento extremo en diferentes momentos. De esta manera, la Unidad Técnica del GRAF hará una monitorización diaria en periodos de tres horas de la jornada en curso y a cuatro días vista de la carga de combustible disponible, es decir, la disponibilidad de la vegetación para quemar, factor que influye directamente en la propagación del fuego.

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El GRAF de los Bombers explotará todos los datos para conseguir inteligencia en caliente sobre los incendios en marcha / GRS

También se monitorizará el Área General de Operaciones para dimensionar la respuesta y los avisos a la población en caso de evacuación o confinamiento, los frentes de fuego con comportamiento errático, donde hay que esperar crecimientos anormales y cambios repentinos de los incendios, y los momentos extremos, que incluyen la previsión de piroconvección, las franjas horarias en que son más posibles y el impacto que pueden tener en la propagación del fuego.

Cuando haya un incendio forestal activo, la Unidad Técnica del GRAF evaluará el nivel de acoplamiento del fuego con la atmósfera con una simulación virtual para prever la generación de pirocúmulos y las zonas en que estas formaciones podrían impactar, haciendo mucho más segura la labor de los Bombers de la Generalitat y, al mismo tiempo, poder prevenir y gestionar posibles confinamientos o desalojos de población.

Más Plan Alfa para evitar incendios

Pendientes de cómo evoluciona la campaña, si el agua la hace más fácil, los Bombers y los Agentes Rurales se han conjurado un año más para luchar contra el fuego y las llamas cuando sea necesario. A pesar de esto, el mismo consejero y los responsables de los dos cuerpos operativos han recordado que el 90% de los incendios se provocan por la acción del hombre -la mayoría, sin intencionalidad- y por eso se ha pedido mucha prudencia y sobre todo, respetar los consejos y las restricciones, cuando las haya, de acceso en zonas del país cuando el riesgo sea alto o extremo.

Los Agentes Rurales han adaptado el Plan Alfa a la situación de emergencia climática, introduciendo cinco niveles de peligro de incendio forestal que van del 0, indicando un nivel bajo de peligro, hasta el 4, representando un peligro extremo. Esta herramienta es clave para la prevención de incendios forestales y se basa en un procedimiento operativo de vigilancia, prevención y control de las actividades que pueden generar riesgo de incendio. El Plan es vigente todo el año y evalúa diariamente las situaciones de peligro. Hasta el nivel 3, los Agentes Rurales se encargan de garantizar el cumplimiento de las restricciones de actividades establecidas por la Subdirección General de Prevención de Incendios Forestales del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. Cuando se llega al nivel 4, se restringe el acceso a espacios naturales por peligro extremo de incendio y se establecen medidas preventivas extraordinarias. Los dos objetivos principales de este Plan son proteger a las personas en caso de fuego y disminuir el peligro de incendio derivado de la actividad humana en el medio natural, ha explicado el inspector Mur.