El conseller de Interior, Miquel Buch, ha pedido disculpas públicamente este lunes por la agresión racista de una patrulla de Mossos d'Esquadra a un joven negro durante un desalojo en Sant Feliu Sasserra. Los agentes esposaron al joven, se lo llevaron al aparcamiento del edificio y le agredieron y le vejaron con actitudes racistas y xenófobas. Los audios de esta agresión han salido a la luz hoy, generando una gran polémica.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, el conseller ha reivindicado la intención del cuerpo de "actuar con toda firmeza contra agentes con actitudes racistas y xenófobas", aunque ha recordado la necesidad de esperar la sentencia judicial antes de tomar más medidas. De momento, se ha trasladado a los agentes investigados de territorio y de tipo de trabajo.
Buch ha explicado que hay seis agentes investigados pero que todavía "se desconoce si los seis actuaron, presenciaron o encubrieron los hechos" o si no fue así. "Primero hay que saber si han cometido esta agresión y después actuar", ha apuntado. La investigación judicial está en marcha desde hace un año y medio y es incompatible con una investigación interna del cuerpo, que se tuvo que detener cuando el juzgado empezó a actuar.
El conseller ha asegurado que la actitud que se percibe en los audios "no se ajusta a una policía democrática". Preguntado por el papel de la escuela de policía, por la cual han pasado obligatoriamente estos agentes, Buch ha asegurado que hay una "evaluación permanente" durante todo los cursos y las prácticas y ha destacado que "hay que formar también en fundamentos humanistas" y "no sólo legales".
"No tomarse la justicia por la mano"
Sobre el ataque de unos vecinos contra una casa ocupada por jóvenes inmigrantes en Premià de Mar, el pueblo del conseller, este ha rechazado "que nadie se tome la justicia por la mano" y ha pedido que "dejen esta actividad a la policía".
A diferencia del alcalde actual de la población, Buch ha asegurado que no comparte la idea de vincular el asalto con las agresiones o robos que ha habido durante las últimas semanas. "Tenemos que perseguir al delincuente y condenar cualquier brote de racismo".
Ha defendido su tarea "intensa por la convivencia y el acuerdo cuando era alcalde" de Premià y ha avisado de que "ahora no se puede lanzar por la ventana".