El conseller de Interior, Miquel Buch, no tomará ninguna decisión sobre el Inspector Jordi Arasa, condenado por lesiones durante el desalojo del movimiento 15-M de la plaza Catalunya. De momento, al conocerse la sentencia de dos años y cuatro meses de prisión, el jefe de los Mossos, Eduard Sallent, lo ha apartado de sus funciones como mando de los antidisturbios, pero el departamento no mueve ficha sobre si hay que apartarlo del cuerpo.
Miquel Buch, compareciente hoy en el espacio "Yo pregunto", ha respondido sobre esta cuestión. "El juez es quien tiene la autoridad", ha dicho el conseller. La sentencia condena a prisión Arasa y además lo inhabilita de ejercer la función de policía durante el tiempo que dure la condena, pero la sentencia está pendiente aunque se pueda presentar recurso. Y el conseller lo ha dejado todo en manos de los cargos técnicos y de la justicia: "Hasta que no lo diga un juez no se lo puede apartar de la función pública".
Sobre la proyección que ha tenido Jordi Arasa los últimos años dentro del cuerpo, a pesar de las denuncias que había recibido y los juicios anteriores a los que ya se había enfrentado, el conseller Miquel Buch ha explicado que la promoción interna no depende de los cargos políticos. "Se hacen unas oposiciones donde hay un tribunal de funcionarios. Ellos son los que evalúan si quien se presenta responde bien para acceder a la plaza".
Dentro del mismo espacio de preguntas de la ciudadanía, el conseller ha tenido que responder sobre el recorte de libertades que ha habido y sobre algunas identificaciones y acciones policiales durante el confinamiento. Buch ha insistido en que "la administración confía en la ciudadanía". "Hemos demostrado que la gran mayoría ha cumplido. Tenemos una pequeña minoría, una inmensa minoría, que se ha dedicado a incumplir y ponernos a todos en peligro y se han tenido que perseguir", ha dicho el conseller para explicar que las identificaciones policiales están reguladas.