Desde el pasado 12 de mayo Cabrera d'Anoia sufre restricciones de consumo a causa de una reducción significativa del nivel de agua del único pozo que actualmente está en funcionamiento en este municipio. El municipio tiene una única fuente de abastecimiento de agua que es el acuífero Carme-Capellades y la colecta a través de un campo de pozos situado en la zona del castillo de Cabrera.

Desde el 2019, el Ayuntamiento de la población ha presentado proyectos para optar a varias subvenciones por sustituir la cañería en alta porque esta ha llegado al fin de su vida útil y en los últimos años el número de averías se ha triplicado. En un contexto de escasez hídrica y con un acuífero fuertemente tensado, el Ayuntamiento ha intentado obtener financiación de las diversas líneas de ayudas que ha tirado el Gobierno catalán, pero no ha sido beneficiaria de cabeza de ellas.

En el último año, el Ayuntamiento ha renovado un tramo de 685 metros de cañería como inversión del concesionario y ha instalado varios tramos de cañería provisionales que suman un total de 1,4 km para evitar las pérdidas de agua. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes porque el nivel del único pozo en activo ha mantenido una tendencia a la baja en los niveles de agua hasta situarse en mínimos históricos.

El pasado 12 de mayo el Ayuntamiento tuvo que decretar restricciones de consumo a causa de una reducción significativa de los caudales disponibles. Unas restricciones de consumo que se ampliaron solo una semana después ante el estado agónico del pozo. Ahora mismo, los vecinos y vecinas de la población solo tienen agua de las 11 de la mañana a las 5 de la tarde. Todo eso a pesar de los tres camiones cisterna que cada día llenan los depósitos del pueblo para complementar la falta de recurso del pozo. En total, estos camiones aportan entre 280 y 320 metros cúbicos. En paralelo, desde el 19 de mayo hay un punto de suministro de agua en Can Ros, al lado del local social, a fin de que la ciudadanía pueda abastecerse de agua mientras duran los cortes.

El Ayuntamiento convocó un Pleno extraordinario el día 24 de mayo en que se aprobó la construcción de un nuevo pozo y la renovación de la cañería en alta. Pero la situación en el municipio es crítica y las ayudas no llegan. Por este motivo, el municipio reclama a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) que acelere la llegada de la financiación y la conexión de Cabrera d'Anoia a la red de ATL, porque es la solución que permitirá garantizar la disponibilidad de agua a unos vecinos y vecinas que no saben hasta cuándo no volverán a vivir una situación de normalidad. Mientras tanto, se tendrán que conformar con soluciones provisionales que tampoco les hacen sentir esperanzados en que puedan abrir el grifo y tener agua de forma ininterrumpida.