Las emisiones de CO₂ son uno de los grandes problemas de los últimos años. De aquí a 2050 los coches de combustión desaparecerán y las calles se empezarán a llenar de vehículos eléctricos. Una de las principales ventajas de conducir un vehículo eléctrico, es que la conducción está libre de emisiones locales de dióxido de carbono, ya que su sistema de propulsión se basa en unos motores que solo necesitan suministro de energía eléctrica, y, por lo tanto, no hay combustión ni gases de escape.
Cuando tratamos de comprarnos un coche nuevo, primero miramos el precio, pero también es importante informarse de lo que consume. En España, aparte de influir en el consumo de combustible o el coste de la energía eléctrica, también determinará indirectamente el nivel al cual será sometido en función de las emisiones de CO₂. Entonces, surgen una serie de preguntas: ¿cuáles son las emisiones realmente contaminantes de los vehículos de combustión? ¿Cómo saber cuánto contamina mi coche? ¿Qué indica la normativa vigente? A continuación intentaremos responder estas preguntas y dar las claves para entender la situación.
¿Cómo saber cuánto contamina mi coche?
Es muy importante saber cuánto contamina mi coche. La normativa europea CAFE (Corporate Average Fuel Emisiones) obliga desde el inicio de 2020 en que no se superen los 95 gramos de CO₂ por kilómetro en el cómputo de automóviles en circulación de España. En Europa el consumo y las emisiones de gases se calculan en todos los coches nuevos vendidos a Europa mediante el protocolo WLTP (por Worldwide harmonized Light vehículos Test Procedure), que se completa con pruebas en condiciones reales de uso, el RDE (Real world Driving Emisiones).
En España, el ministerio de Transición ecológica ha habilitado un portal web donde se puede buscar tu vehículo y saber su clasificación energética, así como su consumo y las emisiones de CO₂ por kilómetros. Por lo tanto, los ciudadanos pueden saber lo que contamina su vehículo. Sin embargo, también hay otros métodos para calcular las emisiones de nuestro coche, solo hacen falta los datos necesarios. Lo que se tiene que hacer es multiplicar la distancia de kilómetros que se han hecho por las emisiones de gramos/km CO₂ del coche. El dato se puede conseguir o buscando la información en internet o en la ficha técnica del vehículo, en el caso de los vehículos nuevos, aparecerá a la guantera.
Distintivo ambiental de la DGT
La mayoría de vehículos que circulan por las carreteras españolas tienen un motor de combustión tradicional, y, por lo tanto, sueltan una serie de emisiones de mayor o menor importancia en función del peso, el tamaño, el motor o el tipo de cilindrada. Están regidos por la normativa europea de contaminación, por la cual un diésel o gasolina concreto, pueden disponer de una etiqueta o la otra, o quedarse sin. Los últimos años han sido marcados por la cantidad de dióxido de carbono expulsado a la atmósfera y los problemas derivados de eso. Por esta razón se han impuesto una serie de restricciones en el centro de algunos núcleos urbanos, donde los vehículos más beneficiados son aquellos automóviles que disfrutan del distintivo Cero y Eco de la DGT, algunos de los cuales se sitúan entre los coches más vendidos a España.
La distinción 'Cero' está reservada por los vehículos 100% eléctricos y todo el que tienen un sistema de propulsión híbrido enchufable, es decir, aquellos que la autonomía EV es superior a los 40 kilómetros. El ECO' en cambio, es para los híbridos convencionales y los motores electrificados con tecnología mild-hybrid, como sistemas de propulsión que admiten el uso de gas natural, GLP o GNC. También están dentro de esta categoría los híbridos enchufables con menos de 40 kilómetros de autonomía eléctrica.
Para los vehículos diésel o gasolina, también existen las categorías 'B' y 'C'. El primero, de color amarillo, se aplica a turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de enero de 2000 y los mismos vehículos, pero de diésel, matriculados a partir de enero de 2006. El segundo, de color verde, se aplica a turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y los mismos vehículos, pero de diésel, matriculados a partir de enero de 2014.
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