El canal de Urgell empezará este viernes el segundo turno de riego en el canal principal para salvar la cosecha de los árboles frutales, 15 días después del primer turno, según informa la agencia ACN. El nuevo turno se alargará diez días y el agua se repartirá siguiendo una nueva pauta en función de la superficie de árboles a regar, según ha informado la Comunitat General de Regants dels Canals d'Urgell. Los productores de frutales esperan realizar hasta cuatro turnos de riego este verano con la dotación extra de 50 hectómetros cúbicos que aprobó a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a finales de junio. Los regantes decidieron a principios de mes salvar la cosecha de las 9.300 hectáreas de frutales que abastece el canal a cambio de sacrificar 13.000 hectáreas de cereal y forraje.

Se da la circunstancia que los productores de pera limonera de Ponent han empezado esta semana la cosecha de la campaña, que llega marcada por las altas temperaturas, la sequía y la falta de mano de obra. Las restricciones de agua en las fincas regadas por los canales de Urgell y Segarra-Garrigues ha provocado que la fruta quede con unos calibres más pequeños de lo normal, que no alcanzan el mínimo comercial. A ello, hay que sumar las altas temperaturas de este julio que ya han empezado a quemar la piel de peras y manzanas. Con todo, la campaña se prevé "normal" en cuanto a producción y deja atrás las de los últimos dos años, en las que las heladas hicieron caer en picado la cosecha. La recuperación de la producción, sin embargo, también requiere más mano de obra que, de momento, el sector no encuentra.

Desde las organizaciones agrarias Asaja y Unió de Pagesos (UP) destacan que la campaña de esta variedad de pera será "normal" con respecto a la producción. Por ejemplo, Jaume Gardeñes, responsable de Fruta Dulce de UP, tiene una finca de una hectárea en Térmens (la Noguera) que riega del canal auxiliar de Urgell y confía en que este año recogerá lo mismo que en otros años "normales", unos 30.000 kilos. En cambio, el año pasado la producción cayó en picado por las heladas y solo recogió 8.000.

Eso sí, el tamaño de la fruta variará en función de si los árboles han dispuesto de agua durante la primavera. Las restricciones que han sufrido el canal principal de Urgell y el Segarra-Garrigues harán que la fruta sea más pequeña de lo normal e, incluso, no alcance el tamaño mínimo para comercializarla.

Las altas temperaturas, otro problema para los agricultores

Aparte de eso, las altas temperaturas de este mes están provocando quemaduras en peras y manzanas. Se trata de una fruta que se tiene que tirar, ya que "comercialmente no es buena" y se pudre más rápidamente. Desde UP se muestran preocupados por la posibilidad de que la situación empeore ante la ola de calor de esta semana y afirman que ya hay campos donde la afectación del calor ya alcanza el 30%.

Por otra parte, la otra gran problemática de esta campaña es la falta de mano de obra para cubrir los 30.000 puestos de trabajo que suele tener una campaña normal en Ponent. Desde Asaja Lleida lo atribuyen al adelanto de la cosecha en la demarcación, que ha hecho que se solape con otras campañas como la de la fruta de hueso en Murcia o la de la fresa en Huelva.

Por su parte, Unió de Pagesos dice que la recuperación de la producción hace que sea necesaria más mano de obra y pide al Gobierno que regularice la situación de inmigrantes para que puedan trabajar. "Entendemos que la gente se tiene que poder ganar la vida y la manera de hacerlo es que tengan papeles", ha afirmado Gardeñes.