El camino de ronda que conecta el litoral de la Costa Brava desde Blanes a Portbou es un camino histórico que ha tenido diferentes usos a lo largo del tiempo (desde la conexión de los pescadores con sus puertos de origen en caso de naufragio, al control del contrabando o el mercado negro) y que actualmente es un paseo cerca del mar que recorren miles de personas, desde vecinos, bañistas, turistas o senderistas. El tramo del camino que une Calonge y Platja d'Aro, que en temporada alta utilizan más de 10.000 personas, será objeto de unas actuaciones para arreglar y reacondicionar el trazado, hacerlo más accesible y menos peligroso. Los ayuntamientos de los dos municipios han elaborado un plan director conjunto que marca cuáles son aquellos puntos del recorrido donde hay que actuar, y los consistorios asumirán el coste de las obras, con sus presupuestos, pero también pedirán el apoyo de las administraciones y la colaboración de campings, hoteles y otros propietarios privados.

Desde Torre Valentina hasta Cavall Bernat

En total, el trazado que se abordará une Calonge y Platja d'Aro desde Torre Valentina hasta Cavall Bernat.  Tiene una extensión de cuatro kilómetros, más de la mitad de los cuales pertenece a Calonge y Sant Antoni. El camino de ronda atraviesa un paraje natural único, con caminos de tierra, escaleras, túneles, puntas de roca y que bordea impresionantes playas y calas como Roques Planas, Treumal, cala Cristus y Ses Torretes. Y desde aquí, ya entrando en Platja d'Aro, se extiende hasta cala Rovira y, a través de Cavall Bernat, enlaza con la platja Gran.

El recorrido necesita desde pequeñas mejoras, como arreglar barandillas|, ecalones o limpiar el camino de vegetación, hasta actuaciones más importantes, como recuperar el camino que la subida del nivel del mar ha borrado. En algunos tramos, el camino se encuentra fragmentado y se ha hecho intransitable y peligroso. La comunión entre Calonge y Platja d'Aro ya ha permitido arreglar un tramo del camino, que sale de la cala Cristus en dirección Platja d'Aro, donde se ha construido una pasarela donde el mar se había comido la arena que pasaba junto a la playa. El alcalde de Calonge, Jordi Soler, reconoce en declaraciones a la ACN, que las obras de actuación se han planeado a "medio plazo" y la intención es tenerlo todo terminado "dentro de ocho o diez años".

Una hoja de ruta común

El plan director presentado por los dos municipios es una hoja de ruta que recoge un marco normativo común que facilitará las actuaciones. La primera diagnosis ha sido encargada en el estudio de arquitectos de Jordi Marcè, que ha identificado todos los lugares donde hay que actuar y los ha clasificado con una escala de colores según su importancia. "Habrá actuaciones que se podrán hacer casi enseguida; pero también hay otras, más estratégicas, que quizás nos pedirán tener que adecuar nuestro planeamiento urbanístico", concreta el alcalde de Platja d'Aro, Maurici Jiménez. Su homólogo de Calonge reconoce que aunque el dominio del camino de ronda no corresponde a los ayuntamientos, "somos conscientes de que hay que hacer todos los esfuerzos a nuestro alcance para tener el patrimonio bien conservado", explica Jordi Soler, quién confirma que "contamos con la aprobación tanto del Estado como de la Generalitat, y no dejaremos de pedirlos toda la ayuda posible".