El metro de Londres tiene miles de usuarios cada día, desde londinenses hasta turistas recorriendo sus andenes y todos estos son susceptibles de haber sido grabados y analizados sin su consentimiento. Según informa el medio especializado en tecnología a Wired, denuncia que Amazon ha escaneado la cara de los usuarios de varias estaciones del metro de la capital como aparte de unos ensayos generalizados con su inteligencia artificial (IA). El gran problema es que nadie dio su consentimiento para que sus datos biométricos fueran usados por Amazon, empresa que se sospecha saca rédito de los datos que obtiene de este ensayo que nació para mejorar el servicio, pero puede acabar con la extracción de información por esta big tech.

Como mínimo, desde abril de 2023, en varias estaciones del sistema de metro de Londres se han realizado estos ensayos, eso incluye paradas como Euston, Waterloo o Manchester Piccadilly. Las pruebas se han hecho bajo la aparente supervisión de Network Rail, la empresa pública gestora y propietaria de la mayor parte de la red ferroviaria inglesa y en, un principio, tenían que servir para elaborar un sistema de detección de posibles accidentes, riesgos de seguridad o actos criminales o de vandalismo. Para conseguirlo se ha desplegado un sistema de videovigilancia que integraba el aprendizaje automático para tratar de aprender de casos que se dan a la red ferroviaria (gente gritando, robando o fumando) y anticipar estos comportamientos.

El problema nace cuando una ONG de defensa de los derechos y las libertades civiles, Big Brother Watch, ha pedido información sobre estos ensayos y ha descubierto que algunas de las imágenes obtenidas se utilizan para analizar la demografía de los pasajeros, el análisis de sus sentimientos. Concretamente, han denunciado el uso de esta tecnología por hacer "un análisis estadístico del rango de edad y de género" de los usuarios, así como "analizar algunas emociones", como si están tristes o felices.

Un buen negocio sin consentimiento

Según la documentación obtenida por la ONG, toda esta información se puede utilizar "para potenciar al máximo la publicidad y las ventas al detalle". Así pues, lo que empezaba bajo el amparo de una mejor gestión puede acabar con un gran negocio de Amazon, donde el producto son los usuarios del metro londinense, los cuales ni lo saben.

"El despliegue y la normalización de la vigilancia de la IA en estos espacios públicos, sin mucha consulta y conversación, es un paso bastante preocupante", ha lamentado el jefe de investigación de Big Brother Watch, Jake Hurfurt.