La madrugada de este domingo, 29 de octubre, el reloj se retrasará una hora a las tres de la mañana, que pasarán a ser las dos, con la entrada en vigor del horario de invierno que establece la directiva europea. Todos los países de la Unión Europea -de forma armonizada- adoptarán este horario de invierno y pondrán fin así al periodo de siete meses del horario de verano para el 2017.
Según un estudio de la Comisión Europea, esta medida tiene impactos positivos no sólo en el ahorro energético, sino también sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial o las condiciones de trabajo, los estilos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
El cambio horario se remonta a los años setenta, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz natural del sol y reducir así el consumo de electricidad en iluminación.