Los camioneros convocan una huelga justo antes de las fiestas navideñas para protestar contra "el abandono" del Gobierno, lo cual puede provocar problemas por el suministro de mercancías justo antes de la festividad. Así lo ha anunciado el Comité Nacional de Transportes (CNT), que se ha reunido este miércoles con el Director General de Transporte Terrestre, Jaime Moreno.
Concretamente, han convocado tres días de cese de actividad, del 20 al 22 de diciembre, con la intención de denunciar la falta de ayudas del gobierno por un sector que aseguran que fue "esencial durante los meses más duros de la pandemia".
Un agotamiento
La subida de precio del petróleo es lo que ha sido un detonante por el sector que ha asegurado que "ha agotado a la paciencia", como los canales "razonables" de negociación.
No solo cargan contra el gobierno, sino que las empresas también acusan a sus clientes de una "absoluta falta de sensibilidad" por la presente coyuntura económica, así como de aprovecharse de su "posición de dominio" otorgada por la actual regulación.
Varias críticas
"Sólo un cambio radical y urgente por parte del Gobierno y clientes podría evitar este conflicto", ha alertado al departamento de Mercaderies del CNTC.
El organismo ha criticado la prohibición de que los conductores realicen carga y descarga de camiones, la no implementación de la Euroviñeta y la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste de combustible. También echa de menos la construcción de áreas de descanso "seguras" para los profesionales del transporte de mercancías.
¿Qué es la "Euroviñeta"?
La no implementación de la Euroviñeta es una de las peticiones de los transportistas: un adhesivo que se adhiere al cristal delantero y que permite calcular la tasa de pago en función de la distancia recorrida o las emisiones contaminantes del vehículo, que afectaría a los vehículos mayores y más pesados y, por lo tanto, a los camiones.
En un principio, la Euroviñeta se implantó por razones medioambientales y con la finalidad de poder hacer frente a los costes derivados del uso de las infraestructuras viales, razón por la cual el importe de las tarifas establecidas varían en función del nivel de emisiones del vehículo y el número de ejes.
En estos momentos, la Unión Europea queda a la espera de que el Parlamento Europeo dé el visto bueno definitivo para su entrada en vigor. Entonces, los veintisiete países tendrían dos años para incorporarla a sus legislaciones. El objetivo es sustituir gradualmente la tasa calculada en función del tiempo de conducción por otros factores que recogen mejor la huella ecológica.