El Canal de Urgell ya empieza a notar el impacto del cierre anticipado de las compuertas de la acequia principal este martes al mediodía, a causa de la situación de sequía. Un día después de su cierre, solo circula un palmo de agua, que tiene que servir para garantizar abastecimientos a municipios. Es por eso que, este mismo miércoles, operarios de la Casa Canal han empezado a preparar la instalación de vallas para delimitar las zonas que almacenarán el agua a lo largo del canal para poder abastecer su consumo durante los meses de verano en las poblaciones, según informa la ACN.
El cierre anticipado del Canal de Urgell afectará a unas 50.000 hectáreas de cultivos, que se quedarán sin agua para regar durante los próximos meses. Los regantes han decidido cerrar el riego solo un mes después de abrirlo a consecuencia de la falta de lluvias, que ha dejado las reservas del sistema Oliana-Rialb al mínimo. Ante esta decisión insólita, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado de la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà, se reunirá este jueves con la Comunitat de Regants dels Canals d'Urgell.
El encuentro, que tendrá lugar en Mollerussa, contará con la presencia del alcalde del municipio, Marc Solsona, la delegada del Govern en Lleida, Montse Bergés, y el presidente de la Diputació de Lleida, Joan Talarn. También participarán los presidentes de los Consells Comarcals del Urgell, Pla d'Urgell, Noguera, Segrià y Garrigues.
Depósitos de agua
El jefe de obra del Canal d'Urgell, Joan Martí, ha explicado a la ACN cómo se está haciendo la instalación de estas vallas, que permitirán garantizar el abastecimiento municipal, a granjas y a industrias, así como regar puntualmente las fincas de árboles frutales. Según ha detallado, los operarios han construido manualmente estas barreras con tablones de madera, creando depósitos de agua que servirán de "paradas o presas". Otros puntos del canal ya tienen estas vallas automatizadas, ya que forman parte del sistema de gestión que se aplica al canal durante el invierno, cuando se cierra. Ahora, sin embargo, solo bajarán dos metros cúbicos de agua, a la espera de saber cómo avanza la situación de sequía. De momento, todo apunta que las actuaciones se mantendrán durante los meses verano.
La cuenca del Segre, en estado de excepcionalidad
La junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha declarado este miércoles el estado de excepcionalidad por sequía en la zona de la cuenca del Segre, según ha anunciado la presidenta del organismo, María Dolores Pascual. El sistema Rialb-Oliana está en estado de emergencia desde hace diez meses y su situación es "mucho peor" que en el resto de cuencas, ha afirmado Pascual, que ha recordado que la declaración permitirá a los regantes de regadío tramitar ayudas a las administraciones públicas.