El agua es un tesoro, y en el contexto actual de sequía, cada litro que se pierde es oro. Hace años que la cañería que conecta la planta potabilizadora de Cardedeu (Vallès Oriental) con Barcelona, y desde donde se distribuye en zonas como el Barcelonès o el Vallès, pierde grandes cantidades de agua, en torno a los 255.000 litros diarios, la mayor parte de los cuales, unos 180.000 litros, en Badalona. El escape se detectó el año 2005, pero el Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat (ATL) ha decidido ahora invertir 36 millones de euros en desdoblar la cañería para evitar las pérdidas de agua, en un momento que Catalunya se encuentra en situación de emergencia y con los pantanos de las cuencas internas por debajo del 16% de su capacidad.

Obra en paralelo en el río Besòs

Reparar la actual cañería, una especie de túnel de 3 metros de ancho, quedará para más adelante, porque es una obra complicada y costosa, que implica cerrar la principal entrada de agua en el área metropolitana y a la ciudad de Barcelona. Es por eso que el ATL ha optado por reanudar los antiguos planes de mejora de la infraestructura y hacer una especie de by-pass para desdoblar la cañería y evitar que quede fuera de servicio. Así, la obra transcurrirá en un trazado de 6,5 kilómetros paralelo al río Besòs por el margen izquierdo, atravesando Santa Coloma, Montcada y Sant Fost de Campsentelles. Las obras de desdoblamiento empezarán en septiembre de este año y la previsión es que se alarguen unos dos años, hasta agosto del 2026. Una vez hecha esta obra, será cuando se analice que hacer con la cañería que actualmente está en funcionamiento.

Falta de inversión en la infraestructura

La planta potabilizadora de Cardedeu recibe agua del curso procedente de los pantanos de Sau i Suqueda, que actualmente se encuentran en unos niveles de agua históricamente bajos, así como de la desalinizadora de la Tordera, mezclándola y tratándola para almacenarla en depósitos listos para su distribución y consumo, según explica la ACN. La cañería actual la conecta con el centro de Trinitat, en Barcelona, desde donde se distribuye en torno a la capital catalana, un túnel de 3 metros de diámetro que funciona desde 1966, y que se sometió a reparaciones en tres tramos entre 2003 y 2009, dejando un cuarto a la espera, entre otros motivos, por falta de inversión. Pero ahora, cuando la sequía estrecha y las autoridades y los organismos piden a la ciudadanía responsabilidad, el ATL ha decidido ejecutar las obras, aunque desde el Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat (ATL) minimizan la importancia del escape. "Por aquí pasan unos 40.000 litros de agua por segundo y con los escapes perdemos dos litros por segundo, parece mucho, pero en realidad es muy poco", ha destacado al director del Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat (ATL), David Vila, en declaraciones en la ACN. No obstante, asegura que en el contexto actual de sequía es necesario trabajar para no perder nada de agua. Porque, cabe recordar que entre las misiones del ATL, está la de "producir y suministrar agua potable para el abastecimiento de poblaciones en los puntos de suministro establecidos a este efecto, en la cantidad, continuidad y calidad exigidas por las autoridades competentes y gestionar equitativamente las demandas en cualquier circunstancia", y la de "construir, mantener, conservar, proteger y explotar las instalaciones que integran la red de abastecimiento".

Planta potabilizadora del Ter en Cardedeu (ACN)

Los municipios afectados lo celebran

Los municipios afectados por las obras son conscientes de los inconvenientes que supondrá, pero también reconocen que son necesarias, y se ponen a disposición del ATL para colaborar en todo lo que haga falta. "Nos trincharán los alrededores del río (Besòs), pero son obras que se tienen que hacer", ha afirmado el alcalde de Montcada, Bartolo Egea, mientras que la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, se ha mostrado satisfecha por el anuncio. "Estamos a la espera para saber como podemos colaborar los ayuntamientos para que haya menos problemas en las obras", ha detallado a la alcaldesa del municipio, que pierde entre 70.000 y 75.000 litros diarios en la zona del parque de les Oliveres.

Badalona es donde más agua se pierde, unos 180.000 litros diarios. La concejala de Medio Ambiente de Badalona, Sonia Egea, recuerda que "este escape lo sufrimos desde hace 30 años", y que el actual equipo de gobierno hace trabajos de urgencia para recuperar parte del agua que se perdía, y que se destina al uso de limpieza de calles o de riego de zonas verdes. De hecho, después de detectar el escape el año 2005, el ATL y el Ayuntamiento de Badalona firmaron un convenio para reaprovechar parte de estos recursos hídricos que circulaban por una riera del barrio de Canyet hasta desembocar en el mar. Se invirtieron 400.000 euros, entre otras cosas, para canalizar parte del agua hasta un depósito de titularidad municipal en la zona de Montigalà y poder reaprovecharla. Los 180.000 litros de agua al día, que equivalen a dos litros de agua por segundo, que hace más de 15 años que se pierden, llevó a la Asociación de Vecinos del barrio del Carnero a presentar en el 2008 una denuncia en la fiscalía de medio ambiente contra la Agencia Catalana del Agua (ACA) y Aigües Ter-Llobregat (ATL) que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) archivó un año después.