La gente está harta. Tener que coger un tren, sea de Rodalies o de alta velocidad, se ha convertido en un ejercicio de riesgo. Nadie tiene la certeza de qué saldrá a su hora, de que todo irá bien y llegará a su destino a tiempo de hacer lo que quiera con su tiempo, que por eso es suyo. Ir a trabajar cada día o desplazarse a otra ciudad, es un acto de fe, y puede convertirse incluso en una experiencia angustiosa y estresante, que pone a prueba los nervios y la paciencia de cualquiera. Esta ha sido una semana particularmente complicada al servicio de Rodalies, pero son tantas las incidencias y las afectaciones que se acumulan, que ya llueve sobre mojado. Este sábado se ha producido la enésima avería en una red ferroviaria que sufre la falta de inversión y de mantenimiento del Gobierno de muchos años. Esta vez, las víctimas no han sido los usuarios de Rodalies, sino los más de 400 personas que se encontraban en un tren de alta velocidad de Ouigo con destino a Madrid, que han sido evacuados cuando la circulación se ha interrumpido a la salida del túnel de la estación de Sants a causa de un problema de tensión en la catenaria, y posteriormente los viajeros que tenían que coger los trenes de alta velocidad de otros operadores, y los trenes de media distancia.

La avería del tren que salía de Sants a las 6.30 de la mañana (con llegada a Madrid a las 09.16 horas) se ha solucionado a las 8.41 horas, pero por un efecto dominó ha provocado retrasos en todos los trenes de alta velocidad de Renfe, Ouigo e Iryo, y los trenes de media distancia durante el resto de la mañana. Se ha cortado la tensión en toda la estación para facilitar el desalojo de los 403 pasajeros, que han tenido que recorrer a pie por las vías una parte del túnel hasta Sants. Por parte de Renfe, los trenes AVE afectados han sido el convoy (Barcelona 06.45 horas – Granada 13.11 horas), que no ha podido salir y los viajeros han sido reubicados en otras circulaciones posteriores hasta Madrid, con una demora de 1 hora y 15 minutos, y también el tren Euromed (Barcelona-Sants 06.50 horas – Figueres 07.45 horas), que no ha podido salir y acumulaba una demora de 1 hora y 10 minutos.

"Es tercermundista"

Los usuarios del servicio que se han visto afectados esta mañana han tenido que armarse de paciencia y gestionar la indignación por el caos, las esperas y la falta de información que han tenido que sufrir, todo eso acompañado de la incertidumbre de saber cuando saldría su tren y con la única seguridad que llegarían con retraso a su destino. Era el caso de este usuario que ha expresado su frustración en el micrófono de El Nacional. "Nosotros vamos a Pamplona, hace una hora y media que estamos esperando, la única manera que tenemos para informarnos es un señor con un megáfono, tercermundista... Nos va gritando aquí de mala manera y con unas malas formas que... pobre hombre, entiendo que su trabajo no es fácil, pero es que eso es un desbarajuste, es terrible; es insoportable tener que vivir en este país", se quejaba.

Uno de los motivos que más causa indignación es no tener información de lo que pasa. "La única manera que nos han informado es un señor con un megáfono, que tiene una mala leche que no se la aguanta pobre hombre... Nos van informando con cuentagotas. Este país es asqueroso, seguir viviendo aquí es terrible", sigue quejándose este usuario, que hoy ha sufrido personalmente la incidencia en un tren de alta velocidad, pero que habitualmente tiene que sufrir los retrasos que se producen en Rodalies, aunque de manera indirecta. "Tengo un trabajador que cada día tiene que venir de Palafolls y cada día tengo problemas con él porque llega tarde. No es culpa suya, pero es que nos están dando a las empresas. Los señores de los ministerios de Madrid deben estar muy tranquilos, el señor Óscar Puente poniendo muchos twitts y muchas cosas, y siendo muy simpático con los suyos, pero con los nuestros, con los que no están allí, no lo hacen, y es patético".

"La gestión es un chiste de mal gusto"

Otra usuaria también ha explicado su experiencia a El Nacional. "Nosotros estamos aquí desde las 7.45 de la mañana. Teníamos que salir hacia Girona, con el AVE de las 9.10 y todavía estamos aquí (10.40 h) sin noticias de nada. Están saliendo los trenes de las seis de la mañana, el de las 10 hacia Madrid, pero nada más. La megafonía es espantosa, no se entiende lo que dicen, y no tenemos más noticias". Este sábado ha sufrido la incidencia en el AVE, pero habitualmente también tiene que sufrir los problemas en Rodalies. "La gestión es un chiste de mal gusto, porque yo soy usuaria de Rodalies. Trabajo fuera de Barcelona, y cada día llego con retraso y dato día hay problemas... Robos, catenarias, vagos que no te avisan, tampoco te avisan de los autobuses, de los trenes y de verdad de que es exasperante, es patético. Ahora parece que se han propuesto reunirse cada día las altas esferas, porque son las que no van en tren, evidentemente, porque si no, en vez de reunirse estarían trabajando, no explicarse lo mismo cada día  y tomar café".

"La información es caótica"

Una pareja que había esperado durante dos horas tampoco sabía cuándo saldría su tren, pero se lo han cogido con más resignación. "Hay que tener paciencia, no queda otro", decía él. "La esperanza de que tenemos es que salimos, porque de entrada nos decían que mejor nos devolvían el dinero del billete y que cogiéramos tren por|para otro día, y hemos dicho que será que no". Las quejas, sin embargo, apuntaban a la falta de información. Es un poco caótica porque es verdad que se preocupan de informar, pero la megafonía no sale muy clara y tienes que estar pendiente de la pantalla y muy atento a la megafonía; todo un poco caótico, la verdad". Pero siempre quedará el hombre del megáfono.

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