Al fin, una buena noticia: la capa de ozono se recuperará en cuatro décadas y evitará hasta 0,5 grados de calentamiento global. Es la principal conclusión de un panel de expertos que cuenta con el apoyo de la ONU, que este lunes ha presentado el informe de evaluación cuatrienal del Protocolo de Montreal sobre sustancias que destruyen la ozonosfera. Según el informe, la recuperación de la capa de ozono está en buen camino y podría completarse en los próximos cuarenta años con la eliminación de los productos químicos que la destruyen — beneficiando los esfuerzos por mitigar la crisis climática.
Es decir, que el documento confirma la neutralización gradual de casi el 99% de las sustancias que destruyen la capa de ozono. La noticia supone todo un triunfo del Protocolo de Montreal, que ha conseguido salvaguardar la ozonosfera con una notable recuperación a la estratosfera superior y una disminución de la exposición humana a los rayos ultravioletas nocivos del Sol. Hay que recordar que el Protocolo de Montreal es un acuerdo global para proteger la capa de ozono mediante la eliminación de los productos químicos que le agotan. Entró en vigor el año 1989 y es uno de los acuerdos globales ambientales de más éxito.
Cerrar el agujero de la capa de ozono
Si se mantienen las políticas actuales, la capa de ozono recuperará los valores previos a 1980 — cuándo apareció el famoso agujero de la capa de ozono. La recuperación será gradual: hacia el 2066, sobre la Antártida; en el 2045, sobre el Ártico; y en el 2040, sobre el resto del mundo. La secretaria ejecutiva de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la japonesa Meg Seki, ha celebrado esta "noticia fantástica". "El impacto que ha tenido el Protocolo de Montreal en la mitigación del cambio climático no se puede exagerar. Durante los últimos 35 años, el protocolo se ha convertido en un verdadero defensor del medio ambiente", ha añadido. Además, ha destacado que "las evaluaciones y revisiones realizadas por el panel de expertos siguen siendo un componente vital del trabajo del protocolo, que ayuda a informar a los responsables de las políticas y las decisiones".
El Protocolo de Montreal incorporó el año 2016 la conocida como Enmienda de Kigali, que requiere la reducción gradual de la producción y el consumo de muchos hidrofluorocarburos (HFC) — gases que no agotan directamente al ozono, pero sí que tienen un importante impacto climático. Con esta enmienda y el buen camino en la recuperación de la ozonosfera, el panel de expertos ha calculado que se podrán evitar hasta 0,5 grados de calentamiento global en el 2100. "La acción del ozono sienta un precedente para la acción climática. Nuestro éxito a la hora de eliminar los productos químicos que agotan a ozono nos muestra qué se puede hacer y qué se tiene que hacer, con urgencia, para abandonar los combustibles fósiles, reducir los gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura", ha remarcado el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el finlandés Petteri Taalas.