Miles de fieles han desfilado por la basílica de San Pedro en el primer día de la capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, quien murió el pasado 31 de diciembre a los 95 años. Hasta 65.000 fieles se han despedido del papa emérito durante la primera jornada de su capilla ardiente, la cual estará abierta hasta el próximo día 5 de enero, cuando tendrá lugar su funeral. En un principio la Santa Sede esperaba que 35.000 personas se acercaran a despedir a Benedicto XVI, finalmente, esta previsión se ha visto ampliamente superada.
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Los que se han acercado para despedirse de Benedicto XVI se ha encontrado que el papa emérito viste menajes pontificios, la casulla roja sobre una túnica blanca, pero como que no era un papa "reinando", por haber renunciado, no se le ha colocado el palio, la estola blanca que se lleva sobre los hombros y que representa su jurisdicción. En las manos llevaba un rosario y el anillo que llevó durante el tiempo de emérito y calza un par de austeros zapatos negros, no las rojas que representan la sangre mártir, según observación Efe.
Una larga fila de personas se ha formado delante de capilla ardiente. Esta ha llegado a dar la vuelta en la plaza de San Pedro. La mayoría eran fieles que se querían despedir de Benedicto XVI, pero también había un buen número de turistas a quienes esta muerte les ha cogido cerca del Vaticano.
Capilla ardiente de Benedicto XVI en la basílica de San Pedro, foto: Stefano Spaziani / Europa Press
Delegación española
El funeral del primer día 5 de enero no será un funeral de Estado, ya que no se trata de un pontífice "reinante". A pesar de eso, delegaciones oficiales de varios países se desplazarán hasta el Vaticano, como es el caso de Italia y Alemania, país natal de Ratzinger. Por su parte, el Gobierno ha confirmado que la reina emérita de España, Sofía, y el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, acudirán al funeral. La ceremonia funeraria será presidida por el actual papa Francisco, una cosa inédita atendida la inusual convivencia de dos papas la última década.
Después del funeral, el cuerpo de Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la basílica de San Pedro. Concretamente, en una tumba escogida por él mismo cuando era papa. Se trata de la tumba que acogió los restos de su admirado Juan Pablo II, vacía desde que el cuerpo fue expuesto en la superficie del templo desde mayo de 2011.