"Yo fui víctima de violencia policial hace ya poco más de 3 años; en una manifestación a la cual asistí y a consecuencia perdí el ojo derecho, yo solo estaba ejerciendo mi derecho a manifestarme y lo que conseguí fue acabar mutilada. La gracia es que para el juez que estaba llevando mi caso mi mutilación es considerada justa porque yo me expuse a ella. ¿Eso quiere decir que no es seguro salir a la calle a manifestarse?" Así empieza la carta de Àfrica, la chica que perdió el ojo derecho por un impacto de un proyectil de foam disparado por un escopetero de los Mossos de Esquadra en una protesta por Hasél en 2021, que ha leído su padre, Èric, este jueves por la mañana a las puertas de la Ciutat de la Justicia.

Èric ha explicado que a su hija, que entonces tenía 19 años, se le ha parado la vida, tiene miedo de salir a la calle y ansiedad. Como ella dice en la carta: "He tenido que aprender a comer sola (...) No me podía mirar a la cara y me he sentido un monstruo."

 

"Autopuesta en peligro"

El padre ha hecho esta comparecencia pública, para anunciar que a través de su abogado, Xavier Muñoz, presentarán un recurso a la Audiencia de Barcelona contra el archivo de la investigación del caso de Àfrica que ha decretado el titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, el cual en la resolución asegura que Àfrica fue gravemente lesionada por los Mossos de Esquadra por un proyectil de foam, pero que el uso de esta arma "fue correcta" porque los manifestantes eran muy agresivos y ella "ha de cargar con las consecuencias de su autopuesta en peligro". Una versión de la cual discrepan las acusaciones, que sostienen que la chica no protagonizó ninguna acción violenta.

Indicios para ir a juicio

Èric ha estado acompañado por la abogada Sònia Olivella, de Irídia, que lleva la acusación popular del caso de Àfrica, y ha afirmado que "hay suficientes indicios para llevar a juicio este caso tan grave", y que el juez instructor "ha hecho valoraciones de intencionalidad que son inapropiadas en instrucción" y que se tiene que ver en un juicio. "No podemos permitir que una chica de 19 años sea mutilada por ir a una manifestación", ha manifestado Olivella.

Dos escopeteros y un sargento identificados

En la instrucción han declarado como investigados a dos escopeteros y un sargento, que era el máximo responsable en el lugar de los hechos, el 16 de febrero de 2021, durante la manifestación por la libertad de expresión y en contra del encarcelamiento del cantante Pablo Hasél. Los dos escopeteros dispararon en el cruce de la calle Bosch y Vía Augusta aquel día, tal como certificó la División de Asuntos Internos de los Mossos, en su investigación interna aportada al juzgado, a pesar de que no aclara el autor de las lesiones a la manifestante Y, hasta ahora, no se lo ha identificado.

En este sentido, Xavier Muñoz, abogado de Àfrica, también reitera que el juez instructor "no puede hacer valoraciones de la intencionalidad" con la cual dispararon los agentes, sino que corresponde a un tribunal en un juicio. Añade que, si tal como se relata en el auto, los agentes no tenían visibilidad por los lanzamientos y la tensa situación, "no tendrían que haber disparado los proyectiles, y menos por encima de la cintura, que está prohibido". Finalmente, el penalista reprocha al juez que afirme que Àfrica "se autopuso en peligro, cuando todos los tratados internacionales indican que no se puede disparar a la cabeza; y el sentido común", ha remachado Muñoz.