Enfadados con el Departamento de Interior. Así han expresado que se sienten dos jefes del cuerpo de Bombers de la Generalitat, que han declarado hoy a la jueza de Barcelona que les investiga por las supuestas irregularidades en el mantenimiento de los vehículos del cuerpo que hacía más de diez años tenía contratado el Grupo Iturri de Sevilla. Màxim del Valle, inspector y exresponsable técnico del contrato de los bomberos, y su superior, el sostsinspector Antoni Ramos, han sido acompañados a la puerta de los juzgados por una cincuentena de compañeros del cuerpo de Bomberos. Como han explicado a la magistrada del juzgado de instrucción 14, su trabajo es el 60% del tiempo trabajando de bombero y el 40% en la gestión técnica. Del Valle fue quien envió un correo electrónico a sus superiores, a finales del 2021, alertando de que ya no quedaba presupuesto para reparar vehículos, y el departamento, dirigido por el entonces conseller Miquel Sàmper (Junts), abrió información reservada, donde los dos investigados aportaron toda la documentación que tenían, pero no los citaron a declarar, hecho obligado por ley, y han asegurado que podrían haber aclarado las erróneas interpretaciones que hicieron los Mossos d'Esquadra en sus informes, y que Interior llevó a la fiscalía y al juzgado. Al ser interrogados por los motivos de no ser preguntados por Interior, los dos bomberos han deducido que en el departamento había prisa para cerrar la investigación porque había un cambio de conseller, con el paso de Sàmper a Joan Ignasi Elena (ERC), según fuentes judiciales.
Una de las irregularidades apuntadas por la investigación de Mossos es que el Grupo Iturri había cobrado facturas de una misma reparación varias veces. Màxim del Valle ha explicado a la jueza que esta afirmación no es cierta, sino que las facturas son de meses y ejercicios diferentes, pero que se pagaban juntas cuando había liquidez, y que si los Mossos hubieran comparado las facturas con los albaranes habrían visto que las reparaciones están fechadas en diferentes momentos. Los dos investigados han expuesto, como otros, que el contrato para el mantenimiento de los vehículos tiene un presupuesto demasiado justo y también que la flota de camiones son bastante viejos y había que repararlos demasiado a menudo. Una segunda irregularidad apuntada es que el código de los vehículos no coincidían. Del Valle ha aclarado que cuando un vehículo cambiaba de parque, al marcharse por ejemplo de Tarragona a Barcelona, cambian de código, y por eso no coinciden los números de código con las matrículas de los coches, hecho que sí que se mantiene en el cuerpo de los Mossos de Esquadra.
Cáncer
El inspector también ha sido preguntado por la decena de viajes que hizo a Sevilla, aunque la magistrada desde el inicio ha descartado que hubiera un enriquecimiento personal de los investigados. Es decir, el caso de los Bombers no se investiga el delito de soborno, sino el de malversación de fondos públicos, prevaricación y falsedad documental. Y hay siete cargos investigados de la Dirección General de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamentos (DGPEIS). Del Valle ha explicado que hace años en los contratos de servicios las empresas aportaban los nuevos camiones o material, pero la administración era la que asumía el pago de los viajes para ir a ver los vehículos y probarlos, y que con el Grupo Iturri se incluyó en el contrato que lo asumirían ellos. Por eso, iba a la ciudad andaluza. Al ser preguntado si recibió algún regalo o trato especial, Del Valle ha declarado que en la última visita, con pandemia, se comió un bocadillo en el hotel. Preguntado por qué ha sido destituido del cargo, el inspector también ha aclarado que no lo han cesado, sino que ha renunciado él porque ha sufrido un cáncer y un trasplante de médula, y que este caso judicial le ha provocado mucho estrés y enfado, que ha somatizado, y que quiere pasar los dos años que le quedan para jubilarse más tranquilo.
El 2%
Por su parte, Antoni Ramos, defendido por la penalista Judit Gené, ha explicado que se entera de todo cuando recibe el correo electrónico del inspector. Los bomberos tienen el equipo técnico separado del equipo económico. Preguntado por qué Manel Pardo, subdirector general de Emergencias, expone a una abogada del servicio económico del sobrecoste del 2%, ha tenido una respuesta muy gráfica: "Es una persona (Pardo) que no sabe cómo funciona el contrato de bomberos, que le explica a otra que todavía sabe menos. La abogada fue quien alertó a la dirección de Interior de esta supuesta irregularidad del 2% de que desemboca en la investigación reservada y la causa en los juzgados. El contrato con Iturri incluye un porcentaje de aumento del precio de las reparaciones a partir de una cifra, y antiguamente había llegado a estar del 19%. Pardo explicó al juzgado que escribió el 2% como un ejemplo del sobrecoste del mantenimiento, no como una mordida.
De los siete investigados, todavía quedan tres por declarar, entre ellos Joan Delort, actual director de servicios de emergencias. El conseller Elena paró el contrato con Iturri, el responsable del cual también está investigado, y ha encargado una auditoría para comprobar si las reparaciones pagadas se han hecho.